El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado que para garantizar un futuro "saludable y sostenible" del euskera, es necesario un esfuerzo "planificado y solidario" de la sociedad, en el que se impliquen "personas y grupos diversos".

Urkullu ha presidido martes en Vitoria-Gasteiz la segunda reunión de la legislatura del Consejo Asesor del Euskera, un órgano encargado de coordinar esfuerzos y proyectos para la normalización del uso de la lengua vasca. En su intervención en este foro, ha presentado la 'Agenda Estratégica del Euskera 2021-2024', que fue aprobada el pasado 2 de noviembre por el Consejo de Gobierno.

Este documento define las líneas de trabajo y los objetivos estratégicos de la política lingüística para esta legislatura. El texto fija cuatro objetivos estratégicos para seguir incrementando el conocimiento y el uso del euskera, avanzar en la garantía de los derechos lingüísticos, y reforzar la colaboración interinstitucional en todos los territorios del euskera.

La agenda pretende ser una "herramienta clave" para el desarrollo de la política lingüística de fomento de la lengua vasca. Este documento garantiza también la transversalidad del euskera, tanto a nivel administrativo como social, ya que se las medidas incluidas en el mismo se llevarán a cabo en colaboración entre diferentes instituciones, agentes sociales y expertos.

A través de esta estrategia se pretende incrementar el conocimiento del euskera y, sobre todo, incidir en su uso en los ámbitos socioculturales, económicos, digitales y del sector público.

También se aspira a avanzar hacia el pleno respeto de los derechos lingüísticos y hacia una convivencia lingüística normalizada, así como reforzar la colaboración interinstitucional con todos los territorios del euskera.

GRATUIDAD

Entre otras medidas, en este documento se apuesta por intensificar los programas y ayudas para aumentar el conocimiento, implementando la gratuidad hasta el nivel acreditado 'B2' con carácter general y 'C1' de la población de entre 16 y 30 años.

En su intervención, Urkullu ha afirmado que "el futuro saludable y sostenible del euskera obliga necesariamente a planificar un esfuerzo que cuide y refuerce los lazos solidarios entre la ciudadanía". Esta planificación, según ha dicho, debe estar "diseñada a medida de las personas que busquen la implicación de personas y grupos diversos".