Un total de 1.216 personas migrantes fueron interceptadas en aguas del Mediterráneo entre el 17 y el 25 de octubre y retornadas a Libia pese a estar considerado "un país no seguro", informaron hoy organizaciones humanitarias vinculadas a la ONU. Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), 846 personas fueron arrestadas por la Guardia Costera libia entre el 17 y el 23 de este mes cuando navegaban a la deriva en botes neumáticos fletados por mafias libias que se lucran con el contrabando de personas y su deseo de huir de la guerra y llegar a las costas europeas.
Otras 370 más fueron igualmente interceptadas y devueltas en caliente a puertos libios solo en el último fin de semana, informó la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR). De acuerdo con la fuente, 198 de ellas fueron atrapadas la madrugada del sábado por patrullas de la Guardia Costera libia cuando navegaban a la deriva en dos botes neumáticos y llevados a los puertos de Trípoli y Zawara, donde recibieron los primeros auxilios antes de ser entregados a las milicias locales para internarlos en centros de detención.
Otras 116 personas, entre ellas 20 mujeres y siete menores fueron interceptados la noche del sábado al domingo y trasladados igualmente a la capital. Todos ellos viajaban en un bote neumático que se había hecho a la mar, pese a las malas condiciones climáticas, desde las playas de Zawara, uno de los principales centros de operaciones de las mafias libias.
El último bote fue interceptado la mañana de este mismo domingo, con 56 personas a bordo, igualmente procedentes de Zawara y desembarcados en Trípoli, donde miembros de ACNUR y la Media Luna Roja trataron heridas menores y personas con síntomas de hipotermia antes de entregarlas a las milicias.LLAMAMIENTO DEL PAPA
El papa Francisco difundió hoy un mensaje a través de la red social Twitter en el que expresó su "cercanía a los miles de migrantes, refugiados en Libia". "Nunca os olvidamos. Escucho vuestro llanto y rezo por vosotros. Todos somos responsables esos nuestros hermanos y hermanas, que son víctimas de una grave situación desde hace muchos años", escribió en su cuenta oficial "Pontifex" con el lema "Recemos juntos".
El domingo el papa ya pidió que la comunidad internacional alcance un acuerdo compartido y duradero para gestionar los flujos migratorios que llegan a Europa por el mar Mediterráneo y que ponga fin a la devolución de estas personas a países no seguros. "Necesitamos poner fin a la devolución de migrantes a países no seguros y dar prioridad al rescate de vidas humanas en el mar, con dispositivos de salvamento y desembarco previstos, garantizar sus condiciones de vida dignas, alternativas a la detención, recorridos regulares de migrantes y solicitudes de asilo", destacó.
Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, más de 26.000 personas han sido interceptadas en aguas del Mediterráneo y devueltas a Libia a lo largo del presente año, más del doble que el pasado año. Cerca de 1.100 más han muerto o han desaparecido, frente a los cerca de 900 ahogamientos el pasado año.