- Las autoridades de Nueva York quieren poner fin a los últimos reductos de recalcitrantes contra las vacunas de la covid-19, al menos entre sus funcionarios, y ayer vencía el último plazo dado a los trabajadores de la educación pública para que se inoculen la vacuna si quieren volver al trabajo. Quienes se oponen al mandato de las autoridades, tal y como ocurre en otras partes del país, se han lanzado en una campaña legal para intentar revertir la situación y que sea reconocido lo que consideran su derecho a no vacunarse.
“Nuestro caso sigue su curso en la Corte Suprema y continuamos luchando en nombre de nuestros miembros”, dijo Henry Garrido, el director ejecutivo de Distrit Council 37, el mayor sindicato de funcionarios públicos de Nueva York.
La orden de vacunación ha sido paralizada en un par de ocasiones mientras los tribunales estudiaban la demanda, pero hasta el momento, los jueces se han inclinado a favor de la obligación de vacunarse. Garrido aclaró que desde su organización animan a sus miembros a vacunarse, aunque considera que imponer la vacuna por la fuerza “no es la solución” y propone, por ejemplo, que los colegios hagan “test semanales, si realmente quieren que todo el mundo esté seguro”.
Desde billetes de tren gratuitos, hasta concursos para lograr becas universitarias completas, pasando por el pago de 100 dólares u otras muchas ofertas lanzadas también por el sector privado, todo era bueno para aumentar el ratio de vacunación. “Si usted es un empleado del Departamento de Educación, tiene hasta el viernes a las cinco de la tarde [de ayer] para, al menos, recibir una primera dosis, la gran mayoría ya lo ha hecho” dijo el popular alcalde neoyorquino Bill de Blasio antes de advertir de que quien no lo haga “después de todo el aliento, todo el apoyo y todos los incentivos, asumiremos que no vendrá a trabajar el lunes por la mañana”.