- Un año más, y van ocho, las víctimas del accidente del tren Alvia en Angrois, a las afueras de Santiago, hicieron oír sus voces entre la algarabía de los peregrinos en la plaza del Obradoiro y su mensaje sigue siendo claro: exigen responsabilidades políticas y no solo penales. Responsabilidades que para ellos tiene nombres y apellidos, los de los exministros de Fomento José Blanco (PSOE) y su sucesora, Ana Pastor (PP), porque entienden que “solo dos personas, el maquinista y el jefe de Seguridad de Adif, no pueden ser los responsables de una línea de alta velocidad que, como han dicho los jueces y la fiscalía, no era segura”.
Así lo explicó ayer Jesús Domínguez, el portavoz de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, mientras se oían por detrás las frases que coreaban sus compañeros de asociación, como Pastor, Blanco, ¿responsabilidades para cuándo? o Investigación independiente, ¡no están olvidados están muy presentes!. Fueron unas decenas de personas que no se olvidan del accidente, porque lo sufrieron, o de sus familiares o amigos o allegados. En total, 80 personas murieron a consecuencia del descarrilamiento del tren Madrid-Ferrol el 24 de julio de 2013, y más de 144 resultaron heridas, pero las secuelas no se quedan solo en los daños físicos.
También hay personas que perdieron a sus familiares, como Ramón Buitrago, cuya hermana fue una de las víctimas mortales, encargado este año de leer el manifiesto con motivo del octavo aniversario de la tragedia. Un texto en el que las víctimas lamentaron que “han transcurrido casi tres mil días, 4 gobiernos y 4 ministros de Fomento y todavía no hay una investigación técnica independiente como reclama la UE”. La asociación destaca en su manifiesto que Blanco “publicitó a bombo y platillo que la nueva línea de alta velocidad contaba con los sistemas de seguridad que hubieran evitado el accidente”, algo que “desgraciadamente quedó demostrado que no era verdad”, y autorizó el cambio del proyecto original “suprimiendo el sistema de seguridad en el tramo más peligroso”.
Por su parte, Pastor “ha sido la persona que más ha trabajado desde las instituciones públicas para ocultar las causas de la tragedia”, aseguraron, y durante su mandato “se desconectó el sistema de seguridad ERMTS, que hubiera alertado al maquinista”. Por eso, reprocharon a los exministros que no hayan asumido “responsabilidades” y optasen “por el camino más fácil e indigno. Trataron por todos los medios de contaminar la opinión pública, culpabilizando al último eslabón de la cadena, el maquinista”.
De hecho, el maquinista, Francisco José Garzón Amo, y el entonces director de Seguridad en la Circulación de Adif, Andrés Cortabitarte, son los dos únicos acusados en el juicio oral, del que el juez Andrés Lago acaba de decretar esta semana la apertura, aunque no está previsto que se celebre hasta el primer trimestre de 2022. Pero este juicio no es más que una “esperanza” en un mar de “mentiras y “ocultaciones”, que la asociación de víctimas considera “desmontadas” tanto por la Justicia como por la UE, mientras siguen a la espera de que también las admitan las instituciones españolas.
“Yo creo que ya es hora de que Pastor y Blanco asuman la responsabilidad política que, evidentemente, no tiene nada que ver con la penal”, reclamó Domínguez. Lamentó que “las instituciones y la clase política actúen de esta manera y no se pueda llevar a cabo una investigación técnica independiente, como ha pedido Europa”, algo que considera “gravísimo”.
Tras la marcha hasta el centro de Santiago, la plataforma celebró una misa en la Colegiata del Sar y por la tarde volvieron al lugar del accidente. Desde el puente sobre la curva de A Grandeira volvieron flores a la vía para que, como otros años, un maquinista hiciera “silbar” al tren en homenaje a los que ya no están y los que quedan, por todos los que no olvidan, ni pueden olvidar.
Alvia 04155
El descarrilamiento del tren Madrid-Ferrol el 24 de julio de 2013 provocó 80 fallecidos y más de 144 heridos.