on o sin vacaciones, enseñar las uñas de los pies en verano se encuentra a la orden del día, y un calzado abierto como lo son las sandalias o chanclas avivan las ganas de retocarse las uñas de los pies y pintarlas de colores llamativos. Por este motivo, cada vez es mayor el número de personas que ven imprescindible un tratamiento específico para conseguir unos pies bonitos.
Pero a veces, el uso que se hace del cada vez más popular esmalte permanente, con el objetivo de intentar mantener una uñas bonitas y sin necesidad de retoques durante el mayor tiempo posible, se vuelve perjudicial para la salud de las mismas. Un problema que desde el Colegio Oficial de Podólogos de Navarra ven cada vez más frecuentemente, por lo que alertan de que el exceso de esmaltes permanentes puede provocar alteraciones y daños irreparables en las uñas.
"El abuso de estos esmaltes que pretenden mantener intacto el color de las uñas por más tiempo, a la larga puede hacer que éstas se debiliten, pierdan grosor, sean más propensas a la ruptura y sufran la aparición de manchas amarillas y granulomas de queratina (manchas blancas), además de infecciones por hongos", advierte el presidente del organismo colegial Luis Ángel Arigita. Unos efectos que sobre todo perjudican a las uñas de los pies, ya que tardan el doble de tiempo en crecer y, por consecuencia, en repararse por completo. "La mayor diferencia entre una uña de la mano y una del pie, es que no tienen ni la misma presión, ni el mismo ritmo de crecimiento", destaca Arigita, quien explica que la uña del pie tarda de media 12 meses en crecer por completo, mientras que la de la mano solo tarda seis meses.
El ritmo pausado de crecimiento, junto a la sobreexposición, las altas temperaturas y humedad a la que están sometidos los pies durante los meses de verano, pueden acrecentar los daños que el esmalte provoca en la uña.
"Los podólogos no nos oponemos a esmaltados esporádicos", afirma la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (Cgcop) Elena Carrascosa, "pero es importante dejar descansar las uñas y no llevarlas siempre pintadas". Una tendencia que desde los centros de estética aseguran ver con mucha frecuencia. Olga Valbuena, propietaria del centro de estética y masajes Mímate Mélida, alega que muchas de sus clientas "piden pintarse las uñas durante todo el año, pero yo en invierno intento convencerlas para que dejen descansar la uña y que esta sane".
Desde Cgcop sostienen que "los esmaltes permanentes o semipermanentes son perjudiciales para las uñas de los pies, pues pueden provocar numerosos problemas, incluso, la pérdida de las uñas, debido a que generan una capa que tapona totalmente la uña y esto causa la aparición de infecciones por bacterias u hongos, que hacen que la uña se ablande y se despegue", explican.
"Son problemas que sobre todo vemos en clientas más adultas. Las uñas envejecen, sobre todo las de los pies, y si no las cuidas como es debido, a la larga es perjudicial. Luego te llegan clientas con las uñas tan débiles que no puedes siquiera pasarles la lima porque la uña se dobla", expone Olga Valbuena.
Por ello, si se quieren prevenir daños como la aparición de rugosidades en las uñas, el aumento de sudor y piel escamada entre los dedos, un cambio de color en las uñas o en los dedos, la aparición de mal olor o pequeñas ampollas, desde el Colegio Oficial de Podólogos de Navarra piden que se asegure un cuidado siguiendo los consejos de los expertos.
De todas las recomendaciones posibles, Luis Ángel Arigita subraya que "lo más importante es hacer caso fiel a las recomendaciones tanto de los fabricantes del material, como del esteticista al que se acude". Por otro lado, recomienda evitar llevar el esmalte durante mucho tiempo, "nunca más de 15 días, y entre tratamiento y tratamiento dejar unos días de descanso, para que así la uña pueda respirar". Es importante también fijarse bien en el origen y la composición del esmalte y "sobre todo asegurarse de que el producto que se va a utilizar no contenga el denominado trío tóxico (tolueno, formaldehído y ftalato de dibutilo)", advierte Arigita. Los expertos también aconsejan utilizar, antes de la aplicación de cualquier esmalte, una base protectora incolora sellante (utilizando endurecedores o productos de laca de brillo de sellado), para que la uña no absorba el pigmento. Un consejo que "aunque hará que el tratamiento no sea tan duradero, reducirá las posibilidades de que se creen hongos y protegerá la uña", asegura Arigita. Por otro lado, en cuanto a la limpieza de las mismas, los expertos hacen hincapié en quitar la laca con productos específicos y nunca aguantar hasta que el esmalte vaya desapareciendo para luego rascarlo.
En cuanto a las uñas de gel y derivados, se debe entender que "al poner más peso del habitual a la lámina ungueal, su uso prolongado puede cuartear la uña", afirma Arigita. "Sobre todo se ve el daño que le causa a la uña una vez se quita, ya que aun sin exceder el máximo de días llevándolas, la uña se queda totalmente deshidratada. Es por eso que les pido a mis clientas que esperen dos o tres días antes de volver a hacérselas", explica Olga Valbuena.
Por último, los expertos alertan que alrededor del 7% de la población presenta intolerancia a los compuestos de los pintauñas, y las personas que padecen esta alergia muestran distintos síntomas en forma de eccema. Es por ello que, al menor síntoma se aconseja acudir a un profesional, ya que para poder enseñar unas uñas de los pies bonitas en verano, es indispensable tenerlas sanas y bien cuidadas.
Máximo 15 días. Hay que evitar llevar el esmalte durante más de 15 días, para así permitir que la uña respire y no se perjudique su salud.
Hacer caso al fabricante. Es indispensable hacer caso a las recomendaciones de los fabricantes del materia.
Usar base protectora. Antes de la aplicación de cualquier esmalte, es recomendable aplicar una base protectora incolora para que la uña no absorba el pigmento.
Limpieza. Es importante quitar la laca de uñas con un producto específico y nunca aguantarlas hasta que el esmalte vaya desapareciendo para luego rascarlo.
Trío tóxico. Conviene fijarse bien en el origen y la composición del esmalte y descartar cosméticos formulados con tolueno, formaldehído o ftalato de dibutilo.
Intolerancias. Hay que tener en cuenta que el 7% de la población presenta intolerancia ante estos productos, por lo que al mínimo síntoma consulte con un experto.
"Lo más importante es hacer caso de la recomendación de fabricantes y esteticistas"
Presidente del Colegio Oficial de Podólogos de Navarra