uando asistimos a las primeras señales de recuperación económica, nos encontramos con las empresas cooperativas que, no sin dificultades, han trabajado desde los valores inherentes al Modelo Cooperativo -participación, solidaridad, autoayuda, responsabilidad...- para no dejar a nadie atrás. Esta es la clave, situar a la persona en el centro y el Modelo Cooperativo Vasco, referente a nivel internacional, lo ha conseguido a tenor de los resultados.
Recientemente, KONFEKOOP celebraba su Asamblea General Ordinaria en la que daba cuenta de los resultados de 2020, que muestran un balance positivo. El número de cooperativas asociadas ha crecido en 26 (+2,1%) hasta llegar a 1.259 empresas y se han creado 2.526 empleos (+4,5%), hasta alcanzar los 58.900.
Pero más allá de los números, si algo cabe resaltar es el ejemplo del Cooperativismo como agente clave para salir de la crisis y como faro de la recuperación. A nivel interno se han tomado medidas de robustecimiento patrimonial, contención salarial y búsqueda de canales cercanos de distribución. También hay quienes han reorientado su actividad, recolocado a personas en otros puestos y las que han aprobado calendarios móviles, siempre con el objetivo de mantener la actividad y los empleos. Externamente, se ha atendido a los colectivos más vulnerables y se ha dado respuesta a las nuevas necesidades surgidas a raíz de la pandemia.
Por ello, el eslogan elegido para este Día Internacional del Cooperativismo, Reconstruir mejor juntos, define a la perfección la actuación del Movimiento Cooperativo Vasco tanto durante la pandemia, como ahora que se empiezan a ver brotes verdes. El tejido cooperativo es parte de la recuperación, por ser modelo de eficiencia económica y resistencia económica y social, así como agente clave en la creación de empleo de calidad y en la regeneración económica. Y todo ello siendo conscientes de la necesidad de cuidar y desarrollar, ahora más si cabe, los valores cooperativos porque creemos que son la mejor vía para ahondar en la justicia social, en el desarrollo de las empresas y en el desarrollo económico y social de país.
En la Confederación de Cooperativas de Euskadi-KONFEKOOP hemos estado apoyando más cerca que nunca a las empresas cooperativas en su labor de resistir. El año 2020 ha sido de consolidación de nuestra organización. Tras la incorporación de los transportistas, junto con el resto de sectores -enseñanza, trabajo asociado (industriales, construcción y servicios), consumo, crédito, agrario y alimentario y vivienda- somos una de las asociaciones empresariales intersectoriales de más peso en Euskadi.
Nos estamos preparando para anticiparnos y responder a los retos relacionados con la transición tecnológico-digital, la transición energético-climática, y la transición sanitaria social. Y en este contexto, estamos convencidos de que la cultura de cooperación es clave en la reconstrucción del país, ahora que se empieza a vislumbrar la recuperación.