- La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, advirtió ayer, ante la “evidente mayor movilidad e interacción social” de los últimos días, de que “el estado de alarma ha terminado, pero no la pandemia”, y señaló que su Departamento no está “en disposición de generar expectativas sobre cuándo se podrán quitar las mascarillas”.

En unas declaraciones realizadas a ETB la consejera de Salud recordó que “la tasa de incidencia acumulada a 14 días ronda los 240 casos por 100.000 habitantes y el objetivo es bajar de los 60”, por lo que aún no es conveniente “generar expectativas respecto a cuándo va a ser el momento” en que deje de ser obligatorio el uso de las mascarillas.

Sagardui, que ha sido citada hoy para recibir la primera dosis y desconoce qué vacuna le administrarán -“la que me dé Osakidetza”, dijo-, comentó las distintas alternativas planteadas para la segunda dosis de las personas menores de 60 años vacunadas con AstraZeneca y aseguró que “lo importante” es completar la pauta de vacunación contra la covid-19. La consejera recordó que Osakidetza comenzará a citar esta misma semana a los menores de 60 años que tienen puesta una dosis de AstraZeneca y recordó que la “prioridad” es administrarles la segunda vacuna con Pfizer. A los que no deseen recibir esta vacuna se les dará la oportunidad, “excepcionalmente”, de poder solicitar que se les administre la segunda dosis de AstraZeneca, pero a través de una citación distinta y “mientras haya disponibilidad”.

“Las citaciones serán con Pfizer. Lo que establece el acuerdo de Salud Pública no es dar a elegir, sino que la pauta de la segunda dosis sea Pfizer”, reiteró al tiempo que hizo hincapié en que, en el caso de querer repetir con el suero de AstraZeneca, se trataría de un ejercicio de “decisión personal”, conociendo “el riesgo que comporta”. Indicó que “en otros procedimientos también se requiere ser conocedor de cuál es el riesgo que comporta la decisión, que no es la decisión generalizada”.

La consejera de Salud dijo que espera que en junio se pueda recuperar el ritmo de vacunación en Euskadi tras la demora provocada por el retraso en la decisión sobre la vacuna que debía administrarse a este colectivo.

Por su parte, el médico especialista en enfermedades infecciosas Vicente Soriano explicó que, tras la pandemia, el uso de las mascarillas se convertirá en algo habitual en actos masificados o en espacios cerrados y los españoles asumirán conductas “más nórdicas”, porque evitarán el contacto de proximidad.

Este profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), donde dirige el curso de Experto Universitario en Genética Clínica y Medicina Personalizada, reflexionó sobre los hábitos frente a la covid-19 que mantendrá la población en el futuro. Recalcó que la pandemia no se solucionará a nivel mundial en los próximos meses, ya que seguirá habiendo contagios, pero cuando vuelva el frío y haya que retomar las actividades en espacios cerrados es “esperable que las mascarillas formen parte de la indumentaria, igual que la bufanda y los guantes”. Soriano vaticinó que se restringirá el uso de la mascarilla a las situaciones en las que haya que juntarse con más personas.

Este experto precisó que hay otros cuatro coronavirus que causan catarros de invierno desde hace décadas, por lo que la población se irá “adaptando poco a poco” al nuevo coronavirus y pasará a ser un agente vírico más. Por ello, serán necesarias las vacunas de recuerdo frente al SARS-CoV-2, que serán actualizadas para las nuevas variantes que vayan a surgir y que producirán reinfecciones, pero serán “menos graves que la infección inicial”.

Respecto al contacto humano, más típico entre la población latina, cree que se evitarán “los achuchones”, de modo que la población se contendrá en sus expresiones afectivas de proximidad y se volverá “un poco más nórdica”.

“Las citaciones para segundas dosis a menores de 60 serán con Pfizer”

Consejera de Salud