- La India superó ayer los 190.000 muertos por la covid-19 tras cuatro días consecutivos rompiendo sus propios récord de muertes y contagios, en medio de una agresiva ola de la enfermedad que ha puesto en crisis el suministro de fármacos y la capacidad clínica.

Con 346.786 nuevos casos confirmados en las últimas 24 horas por el Ministerio de Salud indio, la India tiene los peores datos de propagación del mundo, superando con creces a Estados Unidos, con 62.399 casos en la última jornada, y a Brasil con 69.105.

Precisamente ayer, los casos diarios de la covid-19 en el mundo alcanzaron en las últimas 24 horas la cifra récord de 899.700, más de un tercio de ellos los registrados en la India. Estos 346.000 nuevos contagios de la India se convierten en un número nunca antes visto en ningún país, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tras varias semanas de profundo deterioro, la India pasó de un promedio de 300 muertes diarias a las 2.767 de ayer en solo cuatro semanas, el peor número hasta ahora, lo que empuja el total a 192.311 fallecidos.

A punto de alcanzar los 17 millones de casos acumulados, la nación vive un momento crítico, con la sobrecarga de los centros de salud en las regiones más afectadas, y la escasez de insumos médicos para el tratamiento del virus. El coronavirus “está poniendo a prueba nuestros límites para soportar la miseria (...) Esta tormenta ha sacudido al país”, dijo ayer el primer ministro indio, Narendra Modi, en su acostumbrada alocución mensual.

Nueva Delhi, confinada desde hace más de una semana, experimenta desde hace varios días una crisis de suministros que está provocando el colapso de los hospitales, principalmente por la falta de oxígeno.

Esto se suma a la situación de casi una decena de centros médicos de Delhi que han hecho público el fin de sus reservas, y la insuficiencia de la reposición. Los problemas para satisfacer la demanda provocaron ayer la muerte de 20 personas en el hospital Jaipur Golden de Delhi después de que los niveles de reserva bajaran a mínimos, disminuyendo la presión del suministro vital.

El jefe de gobierno de la capital india, Arvind Kejriwal, anunció ayer la extensión de la medida de confinamiento por una semana más, con la intención de cortar la cadena de contagios y robustecer la capacidad de los centros de salud. Con la esperanza de reducir las muertes y las hospitalizaciones, las autoridades están centradas en aumentar el ritmo de su campaña de vacunación que pasó ayer la marca de las 140 millones de dosis administradas en 99 días, según los datos oficiales. Pero, con 1.350 millones de habitantes, la segunda nación más poblada del mundo tiene limitadas existencias para la campaña.

Por su parte, distintos países han comenzado a movilizar ayuda urgente hacia la India. Estados Unidos anunció ayer el envío “inmediato” de nuevos recursos médicos y materias primas para fabricar vacunas que hagan frente de forma “urgente” a la pandemia. La Unión Europea, alarmada por la situación epidemiológica, está coordinando a los Estados miembros que estén dispuestos a enviar de forma urgente medicamentos y oxígeno, escribió en Twitter la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.