La Comisión de Justicia del Congreso ha aprobado este jueves con amplio apoyo y el único voto en contra del PP y Vox el dictamen del proyecto de ley de la eutanasia, que regulará la ayuda médica para morir como una nueva prestación del Sistema Nacional de Salud.
Con 22 votos a favor y 14 en contra, el proyecto presentado por el grupo socialista y enmendado por la Comisión volverá al pleno del Congreso, previsiblemente antes de Navidades, y debe pasar todavía por el Senado, pero su aprobación definitiva no corre peligro ante el consenso mayoritario.
Con duras intervenciones, el PP y Vox han tachado la ley de inconstitucional, pero el resto de portavoces la han defendido como necesaria y garantista.
Según el proyecto, podrán solicitar la eutanasia, que se prestará tanto en centros sanitarios como en el domicilio, las personas que sufran una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante.
La decisión de pedir la ayuda para morir debe ser autónoma, informada y sin presiones externas. Como regla general se tendrán que formular dos solicitudes con al menos quince días de separación entre ellas, pero si el paciente no se encuentra en el pleno uso de sus facultades y ha pedido la eutanasia en un testamento vital o de voluntades anticipadas también se podrá facilitar la prestación.
Una comisión de garantías y evaluación, formada por médicos y juristas, se encargará en cada comunidad autónoma de vigilar de forma previa que se cumplen todos los requisitos y recibirá toda la información tras realizarse la eutanasia.
Será una prestación incluida en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud, financiada públicamente, y los profesionales sanitarios tendrán derecho a la objeción de conciencia.
Desde el PP y Vox han denunciado una ley que, a su juicio, establece que hay unas vidas más dignas que otras y han afeado al Gobierno que pretenda aprobarla con "nocturnidad y alevosía", en medio de una pandemia durante la que miles de personas han muerto en soledad.
El diputado del PP José Ignacio Echániz ha criticado que se haya impedido la comparecencia ante la Comisión de los miembros del Consejo de Estado y del Comité de Bioética contrarios a la ley de eutanasia, que consideran "un retroceso de la civilización".
"Con unos buenos cuidados paliativos, la eutanasia se queda sin clientes, mientras que sin buenos cuidados paliativos se empuja al que sufre a la eutanasia", ha subrayado este portavoz, cuyo partido ha defendido un texto alternativo para generalizar y extender esos cuidados.
En el mismo sentido, la diputada de Vox Lourdes Méndez ha criticado que se haya eludido la comparecencia de expertos y ha alertado de las consecuencias "aterradoras" de una ley que ha tachado de "criminal" y que, a su juicio, manda un mensaje a las personas vulnerables y con discapacidad de que su vida no merece la pena y sentirán como "todo el sistema les señala" para que pidan la eutanasia.
"Es una ley eugenésica maquillada de bonhomía", ha afirmado Méndez, que ha opinado que con esta norma será el Gobierno el que decida "qué vidas carecen de valor y no son dignas de ser vividas" y ha anunciado que la recurrirán si se aprueba.
Visiblemente enfadada, la exministra de Sanidad María Luisa Carcedo y portavoz socialista ha acusado a ambos de recurrir a "demagogias baratas", ha recordado que los ciudadanos apoyan mayoritariamente la eutanasia y ha denunciado en concreto el "cinismo" del PP, recordando los "recortes" que aplicó en el sistema de dependencia.
El proyecto se basa en la ley de autonomía del paciente, ya que será él quien decida, y no los médicos ni los políticos, ha insistido Carcedo, quien ha subrayado la necesidad de ayudar a quien sufre un padecimiento sin solución y quiere acabar con ello. "Espero de verdad, de corazón, que ni ustedes ni su entorno tengan que utilizar esta ley", ha dicho a los diputados el PP y Vox.
El portavoz del PNV, Joseba Andoni Agirretxea, también ha defendido los cuidados paliativos, pero ha considerado una "falacia" creer que sustituyen a la eutanasia, porque pueden paliar el sufrimiento solo hasta un punto. "Hay que legislar mas allá de las creencias propias, todas respetables (...). Se necesita una legislación para todos", ha señalado.