El 78% de los ciudadanos del Estado español cree que la pandemia está fuera de control y el 58% que la vuelta a la normalidad no llegará hasta dentro de un año o más, según un sondeo realizado en 16 países, que sitúa a España como el país más pesimista del mundo junto a Japón, pese a que en el estricto capítulo del descontrol de la pandemia, los norteamericanos serían líderes con el 82%.
El sondeo Essentials de Ipsos analiza el sentimiento de la población para conocer el impacto de la covid-19, a través de una encuesta realizada del 27 al 30 de agosto a 14.500 adultos de Canadá, Estados Unidos, Alemania, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, España, Francia, Italia, India, Japón, México, Rusia, Sudáfrica y Reino Unido.
Para seis de cada diez ciudadanos el coronavirus es su principal preocupación, pero creen que se debe volver al trabajo y reactivar la economía.
Los españoles no son optimistas, porque opinan que la pandemia está descontrolada -el 78 %-, un sentimiento que solo es superado por los encuestados en EE.UU. -el 82 %-; mientras que los países europeos la situación se percibe más controlada, ya que en Reino Unido solo un 58 % percibe descontrol, en Italia un 56 %, en Francia un 46 % y en Alemania solo un 35 %.
Ante una posible futura vuelta a la normalidad, los ciudadanos la sitúan cada vez más lejos. A nivel global el 41 % de los ciudadanos no creen que se vaya a producir antes de un año o más, con España y Japón como países más pesimistas en este aspecto: un 58 % de ciudadanos así lo creen.
El estudio destaca que se ha producido un cambio muy significativo respecto a la percepción que tenían a mediados de julio y la de finales de agosto, intervalo de tiempo en el que aumentó 15 puntos esta percepción de que el final de la pandemia estaba aún lejos.
Esta tendencia se observa también en el resto de los países europeos incluidos en el estudio, en el caso de Francia ha pasado del 43 % al 57 %, en Italia del 29 % al 43 %, en Alemania del 33 % al 43 %, mientras que en Reino Unido la diferencia es solo de un punto (del 41 % al 42 %).
A pesar de estas opiniones y el ambiente pesimista reinante de forma generalizada, también se detecta un menor apoyo a posibles nuevos confinamientos y restricciones.
Según el estudio, ante esta pandemia la población está tomando diferentes actitudes que define en cinco segmentos diferentes, de los que dos muestran una actitud clara de querer reactivar la economía y recuperar la "normalidad".
Así, seis de cada 10 encuestados defienden esa reactivación de la economía por encima de las posibles restricciones que se puedan acordar para contener la pandemia.
El estudio interpreta que esta actitud se puede deber a que el 42 % declara temer por su empleo y el 68 % se muestra preocupado o muy preocupado ante la posibilidad de poder pagar las facturas el próximo mes.
De ese grupo que prioriza la reactivación de la economía, el 43 % mantienen a la pandemia como su principal preocupación, pero también creen que la economía es prioritaria en estos momentos y que se debe volver al trabajo cuanto antes para mitigar el impacto financiero personal de esta crisis. Este segmento es donde más población vemos posicionada a nivel global (33 %) y en el que España se sitúa segundo en la lista mundial, solo por detrás de México, respecto a ciudadanos que se identifican con este segmento.
Hay un segundo grupo -el 20 %- que también quiere la reactivación de la economía pero son los que menos apoyan las restricciones, en el que se sitúan aquellas personas para las que la covid-19 ya no es una cuestión prioritaria y se centran en aspectos más socioeconómicos y políticos, marcándose como objetivos principales la reactivación de la economía y la vuelta a la normalidad. Este segmento es el segundo más mayoritario a nivel global (30 %) y también el segundo en España.
Para Vicente Castellanos, director de Opinión Pública y Estudios Sociales de Ipsos España, "la pandemia por covid-19 sigue mostrando su peor cara y cala el sentimiento de que la solución se aleja".
"La opinión pública eleva la importancia de que se mantenga o se reactive la actividad económica; este último aspecto alienta el aumento de los grupos de población más reticentes incluso negacionistas", interpreta.