Ay, el sexo, tan presente en nuestras vidas, con tantas aristas y recovecos. Un tema al que dedicamos muchísima atención, y a todos los niveles. Van aquí algunas curiosidades sobre una parte tan importante de nuestra realidad diaria y de nuestra salud.
El mejor momento del día para disfrutar del sexo, según tu edad
Aunque es mejor vivirlo de forma espontánea, un estudio del Instituto de Neurociencia Circadiana de la Universidad de Oxford (Reino Unido) afirma que cada edad tiene un momento óptimo para el sexo regido por los ritmos circadianos.
A los 20 años el pico de energía es mayor a las 15.00 horas.
Entre los 30 y los 40, la hora dorada son las 8.20 horas, ya que la luz de la mañana aumenta la testosterona de ambos sexos.
De los 40 a los 50, el gran momento es a las 22.30 horas, que es cuando se libera más oxitocina, la hormona del amor.
Entre los 50 y los 60 años la hora ideal es justo antes de irse a dormir, para favorecer así el descanso.
Y a partir de los 60 años, las 20.00 horas es el momento propicio para el sexo de los más maduros.
Ver películas eróticas juntos, una buena opción para despertar deseo
Ver películas eróticas juntos, una buena opción para despertar deseo
Diversos estudios coinciden en que este tipo de material audiovisual puede estimular y favorecer la relación de pareja cuando ambos miembros están de acuerdo en disfrutarlo. Y es que cada vez existen más películas eróticas de calidad, en las que no se degrada a la mujer y sí se apuesta por convertirla en un estímulo sexual que favorezca las relaciones íntimas. Además, no olvidemos que la sexualidad que se ve en el porno, que siempre hay que desmitificar, dista mucho de ser algo real. Si lo consumimos, ni los cuerpos, ni las prácticas, ni los tamaños nos tienen que servir como referente, sino como un simple impulsor erótico que potencie nuestro deseo sexual.
Un buen plan en pareja es reservar un momento para compartir y dedicar un rato a una sesión de cine erótico: los resultados, en más ocasiones de las que parece maravillan.
¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo si no practicamos sexo?
Aunque es una opción personal, no mantener relaciones sexuales puede perjudicar a nuestra salud. Y estas son algunas de sus consecuencias:
Mas estrés y depresión. El sexo libera oxitocina y endorfina, hormonas que reducen los niveles de estrés y generan una sensación de bienestar.
Peores defensas. Según la Universidad de Pennsylvania, practicar sexo una o dos veces por semana incrementa en un 30% los niveles de inmunoglobulina A, un anticuerpo que impide el desarrollo de virus.
Disfunción eréctil y próstata. Los hombres célibes son más propensos a sufrir dificultades en la erección y cáncer de próstata, según el American Journal of Medicine.
Mayor sequedad. En el caso de la mujer, a partir de la menopausia, reducir las relaciones sexuales aumenta la sequedad y puede causar atrofia vaginal.
Depresión poscoital: por qué se siente tristeza después de tener sexo
Aunque en la mayoría de las ocasiones es algo placentero y positivo, existen personas que tras mantener relaciones íntimas caen en un estado de abatimiento y melancolía más habitual de lo que creemos.
¿A quién afecta? Según las estadísticas, el 10% de las personas lo sufren, especialmente las mujeres, y puede resultar preocupante cuando ocurre de forma frecuente y no desaparece.
¿Por qué sucede? A nivel biológico, se relaciona con la reactivación de la amígdala (vinculada a la ansiedad y el miedo), que disminuye su actividad durante el coito.
Nunca hay que culparse. Esta súbita tristeza no suele tener nada que ver con falta de deseo ni con la insatisfacción, por lo que debe hablarse entre la pareja y, en caso de que se mantenga, acudir a un especialista.