La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, sigue sin descartar que, a futuro, se puedan establecer "toques de queda, de manera quirúrgica", aunque no de forma generalizada, sino solo en zonas de especial afección del coronavirus de Euskadi. En todo caso, el Ejecutivo no recurrirá, de momento, a esta medida, según ha explicado la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia.
Cuando Euskadi ha entrado este lunes en situación de Emergencia Sanitaria y mañana mismo se anunciarán las nuevas medidas restrictivas que se adoptarán, Tapia ha reconocido que estas afectarán a los sectores hosteleros y de turismo, por lo que se analizará la concesión de ayudas que les permitan "sobrevivir".
En una entrevista concedida a la cadena SER, recogida por Europa Press, la consejera ha apuntado que la ciudadanía tiene que interiorizar que debe relacionarse "de una forma diferente", por lo que se establecerán "una serie de restricciones que se van a tener que adoptar en el Consejo Asesor del LABI, en el Plan de Emergencia, que permitan controlar la situación y convivir con el virus".
"El virus no ha desaparecido en ningún lugar del mundo. Tenemos que ser conscientes de que no podemos vivir confinados como en marzo y abril, y tenemos que vivir en la calle de una forma distinta, un poquito más controlada", ha apuntado.
En cuanto a los 'toques de queda' de los que han hablado el Lehendakari, Iñigo Urkullu, y ella misma últimamente, ha recordado que esta medida se estableció en Amberes (Bélgica) "en una determinada circunstancia".
"Somos conscientes de que eso no puede ser una medida generalizada a día de hoy, pero también se han establecido en Euskadi, en determinados municipios, donde ha habido focos, restricciones horarias e incluso ha habido confinamientos puntuales en algunos bloques de viviendas, donde el virus tenía especial incidencia", ha añadido.
A su juicio, se trata de "medidas quirúrgicas y, quizá, ese toque de queda, de manera quirúrgica, habría que valorarlo, pero no de una forma general ni en este momento, sino para circunstancias en las que el virus está teniendo especial incidencia en zonas".
Para la consejera, hay que ser conscientes de que la situación que se vivió en marzo y abril, "absolutamente generalizada", se produjo cuando no se conocía el virus y cuando no se detectaba dónde se encontraba. "Esa no es la situación actual.
"Hoy en día se hacen muchísimas pruebas, se detecta dónde tenemos el problema, dónde está el foco, y somos capaces de adoptar medidas de una forma más discriminada. Ese es el camino que vamos a seguir transitando", ha asegurado.
Por ello, ha dicho que habrá restricciones y se vivirá de forma diferente, también en lo que se refiere a la vida social. "Habrá medidas más restrictivas allí donde el virus tenga una especial incidencia", ha asegurado.
Impacto
Arantxa Tapia ha afirmado que son conscientes del impacto que las medidas que se adopten tendrán en sectores como la hostelería y el turismo, y ha querido lanzar un mensaje para que no se les "demonice". "Ese sector no es el culpable de lo que nos está pasando. Somos nosotros mismos los que estamos un poco más relajados de lo que debiéramos", ha advertido.
Asimismo, ha asegurado que habrá que analizar "muy bien cómo se transita durante aproximadamente un año, hasta que haya una vacuna efectiva", de qué forma se trabaja y cómo asumir ayudas con el sector hostelero y de turismo, "que les haga sobrevivir y poder continuar en el tiempo".
"Son sectores importantes en nuestra vida de ocio, en nuestra vida social, y tenemos que seguir preservándolos y ayudando a que hagan esta transición, que va a ser complicada para toda la sociedad, para todo el conjunto de la economía y para ellos de una forma un poquito más especial", ha añadido.
Inicio de curso
Tapia ha insistido que su objetivo principal, de cara al nuevo curso, en todos los centros educativos haya clases presenciales. Por ello, ha explicado que el Departamento de Educación tiene varios escenarios puestos encima de la mesa.
En uno de ellos, la educación es presencial "cien por cien". En segundo lugar, se planifica otro "semipresencial, con momentos presenciales y otros trabajando desde la casa", y en tercer lugar, no se descarta un tercer escenario, que sería "el peor, con todo online desde casa".
Preguntada sobre qué ocurriría con los datos actuales, la consejera cree que se podría plantear la educación presencial, "con todos los protocolos bien establecidos". Por ello, ha instado a observar lo que se hace en otros países europeos, en los que se establecen grupos concretos, "que no tengan mucha relación entre sí", para que, si se da en un aula un caso positivo, se proceda a su "microconfinamiento", y esos alumnos se queden en casa durante quince días, para volver luego a las clases presenciales.
"Son imprescindibles", ha aseverado, para precisar que no se trata solo de educación, sino de "salud mental y psicológica". Además, ha recordado que, así, los padres "pueden ir a trabajar de forma más adecuada". "Nuestro objetivo es que la vuelta a las aulas y al ámbito laboral sea con la máxima normalidad", ha concluido.