- En plena pandemia de covid-19, conviene no olvidar que no solo que hay protegerse del coronavirus, también del sol y de una dolencia directamente asociada a esta época, el cáncer de piel. Los dermatólogos atienden cada vez un creciente número de consultas por sobreexposición al sol que se traducen en quemaduras, manchas y en muchas ocasiones, tumores. "Es sorprenderte que con todo lo que hoy en día sabemos sobre los daños que pueden ocasionarnos los rayos ultravioletas, las personas se sigan quemando y continúen apareciendo casos de cáncer de piel vinculados al exceso de exposición solar", se queja el dermatólogo Enrique Herrera Acosta. Además, como recuerda la AECC (Asociación española contra el Cáncer) en Bizkaia -que acaba de culminar su campaña en 36 localidades-, "la piel tiene memoria y las quemaduras provocadas por el sol son lesiones agresivas que, de manera reiterada y a largo plazo (20 o 30 años) pueden derivar en un cáncer de piel". Así estiman que ochenta de cada cien podrían evitarse si desde la infancia se adoptaran las medidas adecuadas de protección.

Porque el cáncer de piel es el tipo de tumor más frecuente que hay a nivel mundial y se observa un aumento paulatino de casos. Actualmente, su incidencia aumenta a un ritmo de un 10% anual, también en Euskadi, y solo en el Estado se diagnostican más de 20.000 nuevos casos al año. Sin embargo, también es el tumor más prevenible y, cuando se detecta y trata a tiempo, tiene buen pronóstico.

Herrera Acosta, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Vithas Málaga, explica que los tumores más frecuentes, como el carcinoma basocelular o el escamoso cutáneo, pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque suelen darse en áreas más expuestas a la luz UV como, por ejemplo, orejas, cara, cuero cabelludo, manos, brazos y piernas.

Además de los carcinomas, encontramos el melanoma, un tipo de cáncer que se origina en los melanocitos, y es mucho más agresivo y peligroso. "Representa el 10% de los tumores cutáneos, pero causa más del 90% de las muertes por cáncer de piel. Si se detecta en fases más avanzadas, la supervivencia cae del 90% al 15%", explica el doctor Herrera. De hecho, cada nueve minutos alguien muere por un cáncer de estas características.

Incomprensiblemente, los pacientes retrasan consultar con un médico cuando identifican por primera vez signos sospechosos. "El diagnóstico precoz puede salvarnos la vida, por lo que, frente al cáncer de piel, insistimos en la prevención y en la necesidad de realizar autoexploraciones y controles rutinarios ya que se trata de un cáncer que si se detecta en estadios iniciales tiene una tasa de supervivencia superior al 90%", explica.

La vigilancia de la piel, es la inversión más rentable frente a este tipo de lesiones. Por ello, resulta vital para poder tener un diagnóstico precoz autoexplorarnos y vigilar algunos cambios que pueden producirse en los lunares y manchas de nuestro cuerpo. "Un lunar puede ser inofensivo toda la vida, pero hay que controlar que no se convierta en un melanoma. La buena noticia es que el cáncer de piel tiene cura si se diagnostica con la suficiente antelación y se puede aplicar el tratamiento correspondiente", explica Herrera. Unas 33.000 muertes en todo el mundo podrían evitarse anualmente si los pacientes hubiesen buscado ayuda médica a tiempo.

Incluyendo la nariz, labios, boca y también detrás de las orejas.

utilizando un peine para separar el pelo. Si no tienes mucha cantidad, revisa toda tu cabeza.

Las palmas, el dorso y también entre los dedos.

A continuación, fíjate en Conviene que las mujeres revisen entre las mamas y por debajo de las mismas.

Levanta el brazo para examinar la parte interna del .

Utiliza un espejo para examinar la hasta abajo.

Revisa . Termina examinando las plantas de los pies y también los espacios entre los dedos.

Melanoma

Las características que presentan las lesiones vienen determinadas frecuentemente por la regla del A, B, C, D y E.

Cuidado con un lunar que no tenga forma ovalada.

Ojo si son irregulares o se observan una especie de picos.

Variado. No homogéneo. Por ejemplo; de marrón claro a negro.

Vigilar si es mayor de 6 milímetros.

Controlar si cambia de aspecto en cuanto a tamaño, color o espesor.

Ante una lesión que presente alguna de estas características debe consultar rápidamente con el dermatólogo.