El Gobierno del Reino Unido comunicó hoy 494 nuevas muertes por la COVID-19 confirmadas en hospitales, residencias y domicilios, hasta un total de 33.186 fallecidos por el coronavirus desde que comenzó la epidemia.
En la primera jornada en la que se han comenzado a levantar algunas restricciones del confinamiento en Inglaterra, en el conjunto del país se han detectado 3.242 nuevos contagios tras realizarse 87.063 test, según los datos divulgados por el Ministerio de Sanidad británico.
Los empleados que no pueden trabajar desde casa, mayoritariamente en sectores como la construcción y la manufactura, han empezado a reincorporarse a sus puestos en Inglaterra.
Escocia, Irlanda del Norte y Gales ven prematura la desescalada que ha diseñado el primer ministro británico, Boris Johnson, y se han desmarcado de su hoja de ruta.
Según los planes de Johnson, los colegios permanecerán cerrados al menos hasta junio y la reapertura de establecimientos no esenciales, como peluquerías y restaurantes, no se evaluará hasta julio.
La vuelta al trabajo ha dejado imágenes de vagones de metro y autobuses con más pasajeros que hasta ahora y ha provocado críticas por las dificultades de mantener la distancia social en el transporte público.
Johnson aseguró en el Parlamento que está trabajando con Transport for London (TFL), la empresa que gestiona el metro y los autobuses en la capital británica, para diseñar medidas que permitan descongestionar el transporte.
"No quiero ver aglomeraciones en nuestra capital ni en ningún otro sitio. Estamos trabajando activamente con TFL para asegurarnos de que tenemos mayor capacidad", afirmó el primer ministro.
Insistió en que el Gobierno desaconseja a los trabajadores que utilicen los medios públicos para desplazarse y recomienda utilizar el vehículo privado, la bicicleta o ir a pie.
También anima a las empresas a flexibilizar los turnos para que sus empleados no tengan que trasladarse durante las horas punta.