- Federico y Ginebra afirman que su vida no ha cambiado mucho. “Ahora mismo vivimos casi como antes, lo único que cambia es que no nos podemos mover”, explican. Se dedican a la agricultura y suelen estar seis meses en Francia y el resto del año en el Estado. De hecho, antes de que comenzara el estado de alarma tenían previsto salir de viaje hacia el sur y volver por la parte este de la península. “Decidimos esperar unos días hasta que se tomara alguna decisión, así que nos ha tocado estar aquí”, explican.
Se encuentran en el parking de caravanas de Sopela y desde las escaleras de su vehículo aseguran que llevan “bastante bien” el aislamiento. “Lo que echamos de menos es estar con los amigos y la familia. Es lo único que ha cambiado con esta situación, porque este es nuestro estilo de vida”, indican.
En la misma línea, creen que “existen mayores problemas que el hecho de tener que estar en una casa de ochenta metros cuadrados”, a pesar de ello, ellos se sienten privilegiados por estar donde están. “En nuestro día a día seguro que estamos mejor que otra gente encerrada, porque no todas las casas tienen vistas a la calle. Nosotros aquí tenemos unas vistas muy buenas”, dicen.
Solamente pueden sentarse en las escaleras de su autocaravana, pero se entretienen tocando la guitarra, pintando o tallando madera. “También socializamos un poco con los vecinos que tenemos en estos momentos. No nos conocíamos de nada porque al final todos hemos llegado de un lugar diferente y con diferentes filosofías de vida”.
En la misma línea, ambos esperan que la sociedad evolucione. “Si antes ya estaba mal, como vaya a peor será horrible”, sostienen. Mantienen la esperanza de que no se de el caso pero creen que “el hecho de estar tanto tiempo encerrados puede llevar a tener una respuesta más individualizada. Si se prolonga más tiempo y nos quitan todos los actos sociales, puede que el individuo se encierre en sí mismo y no se preocupe de relacionarse con los demás”.
En este sentido, se refieren, por ejemplo, a los aplausos de las 20.00 horas. “La gente aplaude pero luego les deja notas a los sanitarios o cajeras de los supermercado del edificio para que se marchen. El hecho de empezar a pensar en uno mismo está haciendo que la hipocresía aumente”.
“El hecho de empezar a pensar en uno mismo está haciendo que la hipocresía esté aumentando”