- Cuando Wuhan y la provincia de Hubei intentan volver a la normalidad con las medidas de desescalada tras una estricta cuarentena, a China le ha surgido otro probema en la ciudad de Harbin.
Esta urbe de 10 millones de habitantes es la capital de la provincia de Heilongjiang. Situada en la antigua Manchuria, fronteriza con Rusia y con mucho contacto con ese país, ha sumado muchos de los pocos nuevos casos de contagio que ha reportado el Gobierno chino.
Ya la semana pasada comenzaron las medidas de aislamiento de Harbin, además de imponer cuarentenas de cuatro semanas a quien llegue a la ciudad, pruebas obligatorias de covid-19 y confinamiento de complejos residenciales en los que se hayan detectado casos. Además, desde este miércoles ha prohibido la entrada a quienes no vivan en la ciudad y a los vehículos con matrículas de otros lugares.
China culpa de estos casos a la cercanía con Rusia y asegura que muchos de los casos han sido traídos por ciudadanos chinos a su regreso del país vecino. Ahora mismo contabiliza 52 casos activos y 1.400 en observación.
Según El País, un foco se relaciona con un hombre de 87 años, un supercontagiador que se infectó en una cena y ha transmitido el virus a 78 personas, la mayoría familiares y personal médico del hospital.