- Estados Unidos superó ayer los 312.000 casos de coronavirus y las 9.000 muertes mientras el presidente Donald Trump advertía de que la próxima semana será “la más dura” hasta ahora y volvía, al mismo tiempo, a dar señales de impaciencia con respecto a las medidas para mitigar la crisis sanitaria. Más de un tercio de los contagios en EEUU están concentrados en el estado de Nueva York, cuyo gobernador, Andrew Cuomo, pronosticó este sábado que el pico de contagios será en los próximos siete días. El mensaje coincidió con el expresado por Trump, quien advirtió de que habrá “mucha muerte” de forma inminente pero volvió a expresar su voluntad de que el país vuelva “pronto” a la normalidad.