- El Senado de Estados Unidos (EEUU) se disponía a aprobar la pasada madrugada el mayor paquete de estímulo fiscal de la historia moderna del país para tratar de contrarrestar los efectos de la pandemia del coronavirus, que podría llevar la economía a caer en recesión.
Pese a la situación de emergencia y haber anunciado un acuerdo entre republicanos y demócratas de madrugada, los legisladores continuaban debatiendo anoche los pormenores de la legislación, con un valor estimado de 2 billones de dólares (unos 1,83 billones de euros), aproximadamente el 10% del producto interior bruto (PIB) del país.
“En efecto, esto es un nivel de inversión de época de guerra para nuestra nación”, dijo el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Los conservadores cuentan con una ligera mayoría de 53-47 en la Cámara y, para ser aprobado, el paquete debía contar con al menos 60 votos, pero en una poco habitual muestra de acuerdo con McConnell, el líder de la oposición demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer, confirmaba su apoyo. “La ayuda está en camino, una ayuda enorme”, apuntó Schumer.
La propuesta, a falta de modificar últimos detalles, incluye una partida de cerca de 250.000 millones que se reservarán para pagos directos a individuos y familias; de 1.200 dólares para quienes tengan una renta de menos de 75.000 dólares al año; y 150.000 en el caso de familias, más 500 dólares por menor de 17 años.
Asimismo, se disponen 350.000 millones en préstamos para pequeñas empresas y otros 250.000 millones para ampliar los beneficios por seguro de desempleo.
También otorga 150.000 millones de dólares para apoyo a las autoridades locales y estatales, y otros 100.000 millones para reforzar el sistema sanitario, que en algunos lugares como en el estado de Nueva York comienza a estar saturado.
Mientras, el presidente de EEUU, Donald Trump, reitera que le gustaría “abrir el país” para el próximo 12 de abril, en el sentido de pedir a la población que vuelva a sus lugares de trabajo pese a la crisis del coronavirus.
“Me encantaría tener el país abierto y en funcionamiento para el domingo de Pascua (12 de abril) y las iglesias llenas a rebosar”, dijo Trump en una entrevista con Fox News. “Esto ha sido muy doloroso para nuestro país y nos ha desestabilizado mucho, tenemos que volver a trabajar”, agregó.
“En mi opinión, va a morir mucha más gente si permitimos que esto continúe”, aseguró el presidente, al afirmar que el aumento del desempleo y la ruina financiera de algunos negocios provocará “miles de suicidios” si el país sigue paralizado mucho más tiempo.