vitoria - Junto a la búsqueda de los dos trabajadores sepultados, que sigue siendo el objetivo prioritario, y la seguridad del entorno, uno de los temas que más preocupa a las instituciones vascas implicadas en solucionar la crisis del vertedero de Zaldibar es la necesidad de hallar lugares alternativos para depositar los residuos industriales que llegaban a la instalación de Verter Recycling, ya que la falta de un depósito para estos desechos podría derivar en una paralización de actividad de las empresas. A instancias del Gobierno Vasco los responsables de Medio Ambiente de los tres territorios han analizado sus opciones y capacidades: Bizkaia ya anunció el lunes que sus vertederos públicos no pueden recibir más residuos, Araba dijo ayer que podría acoger 23.000 toneladas en Gardelegi y Gipuzkoa se plantea reabrir Epele.

El lehendakari Iñigo Urkullu presidió ayer la reunión de coordinación interinstitucional, que recibió una explicación de las acciones desarrolladas por la Comisión Técnica desde su puesta en marcha el pasado jueves día 13. La mesa interinstitucional realizó una valoración positiva de los trabajos realizados y concluyó que actualmente se puede decir que “la situación sigue siendo grave, pero está controlada”. Monitorizadas las condiciones medioambientales y de seguridad del entorno y los trabajadores, el operativo “está en la fase de concentración de todos los esfuerzos en la búsqueda de las personas desaparecidas”.

sitios Alternativos Respecto a la petición que el Gobierno Vasco ha realizado a los responsables de los vertederos públicos de Euskadi para que le remitan un “compromiso fehaciente” de asumir parte de los residuos que iban a Zaldibar antes del derrumbe, el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, señaló ayer que no cree que sea necesario activar elementos “de coerción” para obligar a otros vertederos, dado que existe una disposición “constructiva” para buscar una solución.

Erkoreka mostró su confianza en que habrá “tiempo” para buscar una solución “alternativa” que permita encontrar un nuevo destino a los residuos industriales que se depositaban en Zaldibar. Afirmó que no cree que sea necesario “activar instrumentos de coerción” para obligar a los vertederos a que “arrimen el hombro” y asuman parte de la carga de residuos.

En cuanto a las respuestas recibidas, el concejal de Gestión Medioambiental de Gasteiz, César Fernández de Landa, anunció ayer que el vertedero de Gardelegi puede llegar a albergar “23.000 toneladas de residuos generados por empresas alavesas” que hasta ahora depositaban en Zaldibar. Fernández de Landa citó un informe técnico que ha elaborado su departamento para dar respuesta al requerimiento efectuado por la viceconsejería de Medio Ambiente y apeló “al deber público” que tiene el vertedero de Gasteiz para “recibir residuos de la provincia”. Hizo hincapié en que se trata de “residuos no peligrosos” y concretó que las 23.000 toneladas supondrían “el 3% de la capacidad actual del vertedero”, un 23% más de lo que actualmente recibe cada ejercicio y que se acogerían como máximo a lo largo de un año.

Por su parte la Mancomunidad de Debagoiena puntualizó que no ha dicho que vaya a abrir el vertedero de Epele, situado en Bergara, para acoger residuos industriales e indicó que su junta adoptará una decisión al respecto en las “próximas semanas”, una vez que sus técnicos concluyan los análisis técnicos y económicos que llevan a cabo.

Sin embargo, ayer mismo la portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Eider Mendoza, dijo en una rueda de prensa que si bien el vertedero de Epele no recibe residuos desde 2018, “todavía no está cerrado y tiene capacidad para recibir 350.000 metros cúbicos de residuos no peligrosos”. Subrayó que Epele tiene “todavía la autorización ambiental para ello” y adelantó que la Manocumunidad de Debagoiena, que gestiona el vertedero de Epele, es “sensible” con la situación en la que se encuentran muchas empresas de la zona y está dispuesta a recibir residuos industriales no peligrosos.

Comparecencia. El concejal delegado adjunto de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao, Álvaro Pérez envió ayer un “mensaje de tranquilidad” a la ciudadanía preocupada por si lo sucedido en el vertedero de Zaldibar pueda afectar a Bilbao y aseguró que el aire de la ciudad “tiene una calidad muy buena”, en una comparecencia a petición del PP.

Valores

Medición. La estación más contaminante es la situada en Mazarredo y en ninguno de los parámetros que mide (benceno, etil-benceno, orto-xileno, totuelo, SO2, ceo, nox, NO2 y PM-10) dieron “valores significativos en Bilbao los días posteriores al derrumbe del vertedero de Zaldibar”. “Ninguno”, insistió el concejal.

Por debajo del umbral. Los principales contaminantes que pueden tener relación entre lo acontecido en Zaldibar y la contaminación atmosférica en Bilbao son el benceno y el NO2 y “los niveles de estos parámetros están muy por debajo de la contaminación”.