Un total de 26 proyectos en 2017; 30 subvencionados en 2018; y nada menos que 44 iniciativas en 2019 de las 60 solicitudes recibidas. Son los números -en alza- que respaldan la convocatoria de los Proyectos Singulares desarrollados por el Servicio vasco de Empleo, Lanbide, dirigidos a personas con dificultades específicas de integración laboral, bien por la condición del propio colectivo, como mayores de 45 años; desempleados de larga duración, con responsabilidades familiares o una discapacidad; mujeres; jóvenes que han abandonado prematuramente sus estudios; quienes se encuentran en riesgo de exclusión social; o aquellas atendidas en el Sistema vasco de Garantía de Ingresos e Inclusión Social, RGI.
Incluso pueden participar en los mismos personas ocupadas que se encuentran en un empleo precario o que tienen dificultades para mantener su puesto de trabajo. También porque su desarrollo se produce en una comarca donde existen altos niveles de desempleo y se aplican, de esta manera, los principios de cohesión social-cohesión territorial.
Un amplio abanico de posibilidades para insistir en esa idea de que Lanbide deje de ser simplemente la oficina del paro.
La singularidad es que los proyectos van cofinanciados, es decir, una parte del mismo lo sufraga Lanbide y las entidades colaboradoras aportan la suya. También, obligatorio, que el proyecto combine activación en el empleo y la formación. Así, las entidades que participan hacen un seguimiento persona a persona durante meses. Y la propia subvención obliga a lograr unos objetivos de empleo y cualificación, por lo que los recursos y los esfuerzos se focalizan en grupos de personas reducidos. "Es la única forma de cambiar la realidad de las personas que participan", señala Jon Uriarte, director de Formación de Lanbide. "En Lanbide creemos que se debe apoyar a estas personas con actuaciones integrales, donde, además de formar, se les oriente y se les dote de competencias para la búsqueda efectiva de empleo", añade el responsable de Lanbide.
Desde 2016, suman, nada menos, que cien proyectos. Durante 2019, el Servicio vasco de Empleo dotó al programa de Proyectos Singulares de inserción socio-laboral de cuatro millones de euros (dos para formación, dos para activación), de los que que se invirtieron 3,7 millones en las 44 iniciativas financiadas. Se presentaron 60 solicitudes.
Para 2020, Lanbide espera agotar esta misma dotación presupuestaria -4 millones de euros- en previsión de un aumento de las solicitudes. La convocatoria 2020/2021 ha sido ya tramitada y publicada con lo que el plazo de presentación estará abierto hasta el 18 de setiembre. Más información: www.lanbide.euskadi.eus.