Bilbao - Euskadi se convertirá los próximos días en un Agora de la ciencia ya que la gente tendrá a su alcance a siete Premios Nobel y expertos de talla mundial, protagonistas todos de algunos de los descubrimientos científicos más relevantes de los últimos años. El Donostia International Physics Center (DIPC), dirigido por Pedro Miguel Etxenike, es el culpable de hacer accesible la ciencia al gran público, con permiso eso sí de Naukas, el exitoso foro científico en clave de humor que organiza la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU. Evidentemente, Passion for Knowledge no será algo tan simple como Ciencia para Dumis, pero Etxenike asegura el público entenderá sin problemas algunas de las claves de la astrofísica, la cosmología, la física cuántica, la botánica, los biomateriales inteligentes o la paleoantropología. Sea. La cita será del 30 de septiembre al 5 de octubre en el teatro Victoria Eugenia, el Guggenheim o el Baluarte.
Passion for Knowledge, oiga ¿cuál es la fórmula maestra del P4K?
-Passion for Knowledge pretende contribuir a una sociedad cientificamente informada, más culta y por tanto más libre para tomar responsablemente muchas de las decisiones ante los retos que se nos plantea como el cambio climático, la alimentación, el problema de la energía, la salud, el crecimiento de los fundamentalismos... La misión del Donostia International Physics Center (DIPC) es doble, por un lado, crear ciencia y, por otro, que sea accesible a la sociedad. Y entendemos que la mejor manera para conocer la importancia y la belleza de la ciencia es aprenderla de la mano de quienes están en la frontera del conocimiento. Todos los ponentes de P4K son investigadores de vanguardia, algunos Premio Nobel y además P4K es un festival, no un congreso.
P4K pega un salto a Bilbao, vamos a poder sacar pecho con dos Premios Nobel. Pero, ¿la ciencia de frontera puede tener tirón?
-Creo que sí, si se explica de forma sencilla. Sucede como con la música. Nosotros no podemos leer una partitura pero disfrutamos de un concierto y la mayoría disfrutamos de la música aunque no podamos componer ni ejecutarla. Del mismo modo, todos podemos tener acceso a las ideas clave de la ciencia si se explican con términos no técnicos e imágenes sencillas. Estaremos en Bilbao con dos Premios Nobel el jueves a las siete de la tarde en el Museo Guggenheim en colaboración con Telefónica y habrá un encuentro con estudiantes el viernes por la mañana.
¿Hay que ser Trinity o Morfeo para entender a Albert Fert y Barry Barish? Se lo pregunto porque lo de la Magnetorresistencia Gigante suena a ‘Matrix’ que no vea.
-No sé de lo que hablará Fert porque una de las características de este festival es que cada uno tiene libertad, pero Fert seguramente hablará de algunos de los descubrimientos que nos han traído a la era de la información, cómo preguntas que parecían absolutamente irrelevantes en Física han cambiado la forma de relacionarnos, de comunicarnos, de pensar, la economía... Y Barish es quien lideró el proyecto LIGO, un interferómetro láser gigante que llevó al descrubrimiento de las ondas gravitacionales, algo predicho hace muchos años por Einstein, que permite medir la distancia a Próxima Centauri, a 4,2 años-luz, con la precisión del ancho de un pelo humano. Me imagino que Barish explicará no solo la ciencia que hay detrás de eso sino también la obra colectiva que lo hizo posible, equipos de miles de personas trabajando en colaboración. Nunca he oído a Fert en divulgación científica, pero no lo hará mal; y Barish hace una divulgación espectacular.
Estos días la gente de Naukas nos ha regalado píldoras de ciencia en charlas de diez minutos sazonadas con humor y ustedes pondrán a los dos Premio Nobel frente a un pelotón de estudiantes de Bachillerato y ESO y sus preguntas. ¡El ‘Pasapalabra’ de la ciencia versión junior!
-No será con los Nobel. El encuentro con los estudiantes será con la directora del CENIEH María Martinón-Torres, que hablará de la evolución, y con el físico experimental Chistophe Rossel. La cultura del siglo XXI va a ser una cultura cientificotécnica, ya lo ha sido en el siglo XX. Solo las sociedades que sean conscientes de este hecho y cuyas clases dirigentes actúen en consecuencia serán las que lideren el futuro. Y, obviamente, el futuro no lo vamos a construir los mayores que nos vamos a ir sino los jóvenes, por eso es tan importante acercarles la ciencia.
Los avances tecnológicos han dando un chute de velocidad a las cosas que resulta realmente complicado saber dónde estamos y hacia dónde vamos. ¿La gente de letras, como yo, está más expuesta a ser manipulada?
-No, creo que no, precisamente la misión de este festival es acercar la ciencia a la gente de ciencias y de letras. Los de ciencias somos tan ignorantes en los demás campos como los de letras. La ciencia no es un bloque en el que todo es uniforme y separado del continente de la cultura, sino un archipiélago con miles de islas, cada una más alejada de las otra. Es decir, muchos científicos necesitan educación tanto o más que la gente de letras; los dos mundos, las letras y las ciencias, forman parte de las Humanidades. Los de letras pueden entender la ciencia igual, y en ocasiones incluso mejor, porque no tienen los prejuicios de su campo.
Hay apuestas políticas que van y vienen. Primero fue la I+D: “¡El futuro es la innovación, innove!”, decían. Más tarde alguien acuñó lo de la innovación social. Luego llegó la Industria 2.0, la 4.0 y ahora nos hallamos en la etapa de la Estrategia STEAM. ¿Será otra moda pasajera o echará raíces?
-Todo intento por acercar la ciencia y la tecnología y despertar la pasión por el conocimiento es adecuada. Yo nunca me he movido por modas, ni antes cuando tenía responsabilidades de Gobierno, ni ahora. Para que la cosa funcione hay que seguir el viejo consejo de hacer las cosas bien. Hay que cuidar a los profesores, que estén bien informados, bien remunerados, reconocidos socialmente, esta es una de las formas evidentes de despertar vocaciones científicas. Antes aludías a Naukas, ese es un ejemplo de cómo se hacen las cosas bien porque la explosión que ha habido en Bilbao ha sido fenomenal. Naukas ha conseguido que mil personas disfruten y aprendan ciencia, qué es científico y qué pseudociencia, y también la importancia social, económica, cultural de la ciencia. Hacer las cosas bien, transmitir esa pasión, despertar el afecto por la ciencia es mucho más rentable que cualquier campaña de marketing, sin querer menospreciar las iniciativas institucionales que se promuevan.
A pesar de que se han impulsado numerosas iniciativas para intentar acabar con la brecha de género en la ciencia, el porcentaje de tecnólogas y científicas en el escalafones altos son testimoniales. ¿Se está haciendo suficiente?
-En estos momentos se está haciendo un esfuerzo grande aunque las condiciones suficientes nunca las conocemos suficientemente, si se me permite la ironía. Pero sí, esa brecha existe. En el DIPC, y sé que en la UPV/EHU también, hay planes de género y muchos de nuestros grandes investigadores son mujeres. De hecho, en Passion for Knowledge cuidamos mucho que haya un equilibrio de género entre los ponentes. Muchos son mujeres, incluida Nekane Balluerka que, además de ser la rectora de la Universidad del País Vasco, es una gran investigadora y va a explicar cómo se ha producido el milagro vasco, por así decirlo.
¿El milagro vasco?
-Sí, la rectora Balluerka explicará cómo un país pequeño como Euskadi se está convirtiendo en un país de ciencia gracias a una visión estratégica y a una alianza publico-privada impulsada por las instituciones. Y siguiendo con tu pregunta, las mujeres deben tener un lugar especial en este proyecto, obviamente, aunque solo sea por un egoísmo pragmático de no despreciar la mitad del talento.
A ver si le escuchan sus colegas.
-Yo siempre digo, porque lo pienso, que la ciencia del futuro, ya lo es en el presente, exige grados más intensos de colaboración. Y mi experiencia es que las mujeres colaboran muy bien, ¿mejor que los hombres? Yo me atrevería a decir que sí.
Aproveche y véndame el libro completo del P4K.
-El festival de ciencia va por primer año a Iruñea. En Donostia nos conocen de sobra, en Bilbao bastante y esperamos tener una buena acogida en Iruñea.
Recalan en el Baluarte, ¿no?
-Así es. Va a hablar Pamela Diggle, una gran botánica que nos va a explicar el cambio climático a través de las platas de Alaska. También acudirá Jean Marie Lehn que fue galardonado con el Premio Nobel de Química en el año 1987, junto con Charles J. Pedersen y Donald J. Cram, por su trabajo sobre la base química del reconocimiento molecular, que también juega un papel fundamental en los procesos biológicos. Esto será el viernes a las 7 de la tarde en el Baluate, así que todo el mundo está invitado. También estaremos en Bergara. En 2019 se celebra el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos y Passion for Knowledge (P4K) rendirá tributo a uno de sus componentes: el wolframio (W), un elemento que fue aislado en Bergara por primera vez en 1786 por los hermanos Elhuyar, algo de lo que deberíamos sentirnos orgullosos como país.