Bilbao - Charo Arranz, licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto y ahora docente en la misma facultad, se enfrenta a un nuevo reto: mejorar la situación de los menores del mundo. El 2 de septiembre fue nombrada directora de Save the Children Euskadi y durante todo el tiempo que esté en el cargo, le gustaría acabar, entre muchas otras cosas, con la pobreza infantil.

¿Ilusionada?

-Sí porque yo también soy madre y el tema de la infancia me ha tocado siempre. Creo firmemente que los niños y la educación son las armas más poderosas que pueden cambiar la sociedad y hay que protegerles.

¿Qué le gustaría conseguir?

-Mi mayor reto es ser capaz de acabar con la pobreza infantil en el País Vasco. Hay otros campos en los que tenemos que incidir también como son los Menores Extranjeros No Acompañados para entender qué está ocurriendo y aportar soluciones. Luego también conseguir que Save the Children sea un referente para la sociedad en cuanto a derechos de los niños. El mayor éxito para nosotros sería que no fuéramos necesarios.

¿Cuál es la situación de los menores en Euskadi?

-Estamos mejor que en otros sitio aunque todavía hay zonas y territorios donde tenemos niños pobres, pero esa pobreza no se ve. Nos queda mucho por hacer.

¿Qué se puede hacer?

-Hay que trabajar de una forma integral. Nosotros queremos crear cambios que generen impacto a medio y largo plazo en la vida de los niños. Para generar esos cambios tenemos que conseguir involucrar a a toda la ciudadanía. No hay que poner parches.