donostia - Los llamamientos a unas fiestas en paz y convivencia para que ninguna mujer vea vulnerados sus derechos ni su libertad no han llegado a oídos de todos los asistentes a la Aste Nagusia donostiarra. Dos hombres de 37 y 40 años, el primero de ellos con antecedentes por violencia de género, fueron detenidos ayer en el centro de Donostia acusados de efectuar tocamientos de índole sexual a una chica y agredir a otra que intentó defenderla. El ambiente festivo se vio así un año más empañado, dando pie a una respuesta social que cobró especial relevancia entre los miembros del colectivo Donostiako Piratak. Sus integrantes adoptaron la decisión de suspender el programa de actividades tras constatar hasta diez agresiones sexistas -“dos de ellas violaciones”-, hechos sobre los cuales el Departamento vasco de Seguridad dijo no tener constancia.

En la comisaría de la Ertzaintza sí consta la denuncia de dos chicas que se vieron involucradas en un desagradable altercado cuando regresaban a sus domicilios tras disfrutar de la Aste Nagusia. Los hechos ocurrieron sobre las 5.30 horas de la madrugada en el entorno del Victoria Cafe, en la calle de la República Argentina. Fue a esa hora cuando una de las chicas se apercibió de que dos personas le seguían. Según relató, notó poco después que uno de los sospechosos le tocaba el culo tras lo cual trató de defenderse. La víctima no caminaba sola, y se desató una acalorada discusión.

Los dos imputados, guipuzcoanos, siguieron a un grupo de jóvenes, la mayoría chicas, entre las cuales se encontraba la denunciante. Lejos de deponer su actitud, ambos realizaron “en varias ocasiones tocamientos”, a partir de lo cual la tensión fue en aumento con empujones, forcejeos y enfrentamientos verbales. Una de las amigas de la chica acudió en su ayuda y a partir de ahí los presuntos agresores comenzaron a “soltar puñetazos”, uno de los cuales impactó en la amiga, que resultó con una contusión en la cabeza y cayó al suelo. Varios transeúntes socorrieron a los integrantes del grupo juvenil y alertaron a una patrulla de la Ertzaintza que estaba en el lugar de los hechos. El despliegue policial con motivo de las fiestas permitió localizar de inmediato a los agresores, que fueron identificados por varios testigos. Tras prestar declaración, el juez decretó a las 16.30 horas la puesta en libertad de ambos, a la espera del juicio.

El Ayuntamiento de Donostia manifestó su “más rotunda condena” y convocó una concentración a mediodía ante el edificio consistorial.