BILBAO. El trabajo, realizado conjuntamente por la UPV/EHU, el Instituto Vasco de Medicina legal y el consorcio estatal Cibersam (Centro de Investigación Biomédica en Red Salud Mental), ha detectado una presencia "inusualmente alta" de drogas en jóvenes fallecidos por muerte súbita cardiaca en Bizkaia.
Para efectuar el estudio, los doctores Benito Morentín y Luis Felipe Callado analizaron los casos de 204 personas jóvenes fallecidas por muerte súbita de origen cardiaco -cuya defunción no se debió a una enfermedad conocida ni a intoxicación aguda- en Bizkaia entre los años 1991 y 2016, y comprobaron que el 48 por ciento de los fallecidos había consumido alguna sustancia cardiotóxica en las horas previas al deceso.
En la investigación, publicada en la revista especializada "Drug and Alcohol Dependence", se han examinado las autopsias realizadas por el Servicio de Patología Forense de Bizkaia a 204 personas de entre 15 y 35 años que sufrieron una muerte súbita de origen cardiaco entre enero de 1991 y diciembre de 2016.
"Se eligió una población relativamente joven para evitar la influencia de los problemas cardiovasculares más frecuentes en personas mayores", ha explicado el doctor Callado.
En todos los casos se llevó a cabo una autopsia completa, estudios toxicológicos e histopatológicos, y se revisaron los datos clínicos y las circunstancias de las muertes.
El análisis de los datos refleja que el 48 % de los fallecidos por muerte súbita cardiaca habían consumido alguna sustancia cardiotóxica en las horas previas a su fallecimiento, con presencia de alcohol en un 12 % de los casos, y con un 14 % de positivos en drogas ilegales, principalmente cannabis y cocaína.
El estudio apunta a que la posible influencia del consumo de estas drogas ilegales, sobre todo cocaína y tabaco, es "especialmente importante en aquellos sujetos fallecidos por cardiopatía isquémica aguda".
El trabajo concluye que en todos los casos de muerte súbita de origen cardiaco se debe considerar la posibilidad de que el consumo de drogas haya podido actuar como factor desencadenante del fallecimiento en sujetos que pudieran presentar alteraciones anatómicas o genéticas sin diagnosticar.
El informe precisa que la presencia de sustancias fue mayor en varones que en mujeres, y que todas las sustancias detectadas estaban en concentraciones no tóxicas.
Callado ha puesto de relieve que los resultados del estudio demuestran que el uso de sustancias cardiotóxicas entre jóvenes que fallecen por muerte súbita de origen cardiaco "es muy alta".
Por ello, las estrategias para reducir el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas ilegales entre los jóvenes podrían ser un "elemento fundamental en la prevención de la muerte súbita cardiaca en esta población", indica el coautor del estudio.