Bilbao - ¿Conoce a alguna mujer que perciba un salario inferior a un hombre ocupando el mismo puesto en las mismas condiciones? Lo más probable es la respuesta sea negativa, principalmente porque es una ilegalidad muy impopular a la que ningún empresario osa exponerse. Ello no significa que la brecha salarial no exista, sino que se trata de un problema más complejo y multidimensinal de lo que parece. De hecho, este reflejo de la desigualdad en el ámbito laboral está asociado, entre otras cuestiones, con la falta de compromiso de los hombres en los cuidados dentro del hogar, lo que provoca que las mujeres se acojan a reducciones de jornada, así como con la segregación ocupacional mediante la que las mujeres optan por actividades menos valoradas y, por lo tanto, remuneradas.
Esta es una de las conclusiones extraídas del desayuno organizado por Cebek en el marco del proyecto Enpresan Bardin, en el que apelaron a la responsabilidad individual para solucionar la desigualdad que afecta a la competitividad de las empresas ya que pierden el enfoque y el talento femenino. “No podemos pretender que en una sociedad machista, la empresa sea feminista”, aseguró Iñaki Garcicuño, presidente de Cebek, al inicio de la jornada en la que incidió en que la desigualdad pasa por que lo hombres asuman más obligaciones en la esfera privada. “De cara a lograr una mayor igualdad, el futuro paso por que aumenten los permisos que pidan los hombres por paternidad”, señaló el máximo responsable de la patronal, quien detalló que la medida que “todos” se responsabilicen de los cuidados, se darán pasos para “lograr que las reducciones de jornada las cojan tanto los hombres como las mujeres”.
Por el momento, lo que la realidad evidencia es que el 80% de los empleados que trabajan a tiempo parcial en Euskadi son mujeres. Se trata de un dato aportado ayer por Izaskun Landaida, directora de Emakunde, quien reveló que la brecha salarial se traduce en que las mujeres ganan un 24,4% menos que los hombres, lo que en cifras equivale a 7.573 euros de media. Y si se analiza la brecha salarial por hora -con lo que no se perciben las desigualdades derivadas de las reducciones de jornada y los contratos a tiempo parcial- las mujeres ganan un 14,3% menos en Euskadi. “Aunque estamos por debajo de la Unión Europea tenemos desafíos importantes como la segregación ocupacional”, indicó Landaida.
Motivos En ese sentido, según Virginia Múgica, directora de Relaciones Laborales de Confebask, la mujer queda fuera de algunos ámbitos laborales. “En las ramas de Formación Profesional en las que hay más salidas y mejores salarios (fabricación mecánica, electricidad y electrónica...), las mujeres desaparecen”, detalló. También ocurre con algunas carreras técnicas, como las Ingenierías, en las que las matriculaciones de las mujeres no superan el 27,4%, según un estudio reciente. “Si la mujer deja pasar el reto de la digitalización y no está presente en ese ámbito, habrá perdido la oportunidad de alcanzar la igualdad”, declaró Múgica, quien consideró que “la manifestación de la brecha se produce en la empresa, que no es lo mismo que ser la causante”.
De hecho, la responsable de Relaciones Laborales de Confebask abogó por adoptar el concepto de “corresponsabilidad como paradigma” en sustitución al término conciliación, que se ha convertido en una “trampa” para las mujeres porque se ha planteado como “un derecho absoluto frente a las necesidades organizativas de la empresa”. En su opinión, “la conciliación debe integrarse en la propia gestión de los recursos humanos de la empresa y en la propia organización empresarial”, no pueden ser conceptos “contrapuestos”. Algunos datos reveladores expuestos por Múgica sostienen que las mujeres dedican al trabajo doméstico 3 horas de media o que “el 84% de los hombres asegura no haberse visto afectados por la paternidad en su carrera profesional mientras que un 66% de las mujeres dice lo contrario, que mucho o bastante”.
Mientras ello se solucione, Landaida expuso que “no podemos permitirnos el lujo de prescindir de la mitad del talento de este país”. En ese sentido, destacó que Emakunde ha puesto en marcha la red de entidades colaboradoras como reconocimiento a las empresas que colaboran en materia de igualdad, identificación que actualmente ostentan 69 organizaciones empresariales en Euskadi. “Cada vez más empresas ponen en marcha medidas a favor de la igualdad y sabemos que cuando las empresas apuestan por la igualdad, no solo lo están haciendo por justicia social, que también, sino que es una apuesta decidida por la calidad y la excelencia en la gestión de las mismas”, aseveró.
Brecha salarial. Medida en función de la diferencia por sexo en la ganancia media anual por persona trabajadora alcanzó en Euskadi un 24,4% (lo que equivale a 7.573 euros) en 2016, lo que supone un aumento de 2,3 puntos desde 2009.
Por hora. Con un 14,3%, Euskadi está por debajo de la media europea, que analizando la media anual por hora de trabajo, se sitúa en un 16,2%. Existen grandes diferencias entre países. La tasa más alta la ostentan Estonia (25,3%) y la República Checa (21,8%); la más baja, Italia (5,3%) y Bélgica (6,1%).