VENECIA. La colisión se produjo en el canal de la Giudecca, cuando el crucero "Ópera" de la compañía MSC, de 65.000 toneladas, al parecer perdió el control cuando estaba atracando y se precipitó hacia el muro del puerto de san Basilio, con el que chocó y daño.
Después, mientras sonaba su sirena, golpeó la popa de una embarcación turística de tipo fluvial que se encontraba amarrada en ese mismo muelle, informan los bomberos, que inmediatamente indicaron que la situación estaba "bajo control".
No hay desaparecidos y el balance de heridos se sitúa en cuatro personas hospitalizadas con heridas leves y contusiones.
Se trata de cuatro turistas de entre 67 y 72 años de edad, una estadounidense, una neozelandesa y dos australianas con traumas por caídas en el momento de la colisión, según los medios locales.
En las imágenes difundidas por las redes sociales y grabadas por los turistas puede verse como el crucero no logra detener la marcha e impacta contra el muro, así como a muchas personas corriendo por el muelle, donde quedó amarrada la nave tras la colisión.
Ahora se investigan las causas del incidente, que podría deberse a un problema en el motor de la embarcación, tal y como ha asegurado a los medios la compañía de los dos remolcadores que ayudaban al crucero a amarrar en el puerto.
Pero también se baraja la posible rotura de unos de los cables con los que los remolcadores dirigían la nave.
El choque ha reabierto el debate sobre la presencia de las grandes naves en la Ciudad de los Canales, un tema recurrente y por el que los vecinos venecianos y las asociaciones ecologistas luchan desde hace años por prohibir su entrada.
El ministro de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, aseguró que el incidente "demuestra que las grandes naves no deben pasar por la Giudecca" y aseguró que está cerca una solución para proteger la ciudad "tras muchos años de inercia" política.
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, reprochó que desde hace 8 años los venecianos piden que los grandes cruceros turísticos no pasen por el canal de la Giudecca y pidió la apertura "inmediata" del canal alternativo para tráfico marítimo Vittorio Emanuele.
"He hablado con el ministro Toninelli, le he actualizado sobre la situación y está buscando soluciones que ahora esperamos. Ahora debemos hacer que las naves no pasen más por delante de la plaza de San Marcos", defendió el regidor.
El gobernador de la región del Véneto, Luca Zaia, aseguró que el incidente "podría haber acabado en tragedia" y pidió al ministro que decida "algo", una solución, lo antes posible: "No podemos esperar", zanjó, sobre el tráfico de cruceros en Veenecia.
También el ministro de Cultura, Alberto Bonisoli, aludió a este hecho que afectó a una de las joyas turísticas de Italia y patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: "Este incidente es la enésima confirmación de que las grandes naves no deben pasar" por Venecia, afirmó.
Sin embargo el presidente de la asociación de consumidores CODACONS, Carlo Rienzi, tachó de "hipócrita" la reacción política ya que "los grandes intereses económicos que acarrea el pasaje de los cruceros en Venecia han impedido hasta ahora adoptar medida alguna".
Y avanzó que llevarán el suceso ante la Fiscalía veneciana para que investigue si se ha podido incurrir en un delito de "atentado contra la seguridad de los transportes".