Bilbao - “Ocho días de huelga es un exceso porque no podemos permitirnos que nuestros alumnos puedan perder el curso”. Este es el mensaje que la consejera de Educación, Cristina Uriarte, quiso trasladar ayer tras la reunión que mantuvo con las federaciones de madres y padres del alumnado de los colegios concertados que mañana se enfrentan a una huelga de ocho días consecutivos si nada lo remedia. Y no parece que se vaya a producir el milagro después de que la patronal mayoritaria del sector, Kristau Eskola (KE), confirmase ayer que no presentará a los sindicatos una propuesta distinta a la rechazada ya en la reunión fallida del pasado viernes. Incluso el Ejecutivo vasco da por inevitable la huelga, como lo demuestra el hecho de que se reunirá hoy con el Departamento de Trabajo para solicitar una ampliación de los servicios mínimos que, en estos momentos, están establecidos en una persona de dirección y una de administración para mantener abierto el centro.
Ayer fue un intenso día de reuniones a varias bandas que, al a postre, no contribuyeron a conseguir el objetivo que 120.000 familias y 9.000 docentes que trabajan en los 215 colegios de KE, AICE-IZEI y Ikasgiltza esperaban, un avance sustancial en la negociación que permita desconvocar la huelga.
Por la mañana la junta directiva de Kristau Eskola se reunió de forma extraordinaria para valorar la situación generada después de que la mesa de negociación del viernes no diera sus frutos. A su conclusión, el director de KE, Mikel Ormazabal, afirmó que la última propuesta “es el marco máximo que podemos ofrecer”. A las tres y media de la tarde las familias de Fecapp, Bidelagun y Fapae mantuvieron el anunciado encuentro con la titular vasca de Educación a la que “hemos pedido que nos ayude a retirar el conflicto de las aulas porque no hay ningún motivo que lo justifique”, según aclaró la presidenta de Fecapp Myriam González.
Tras este bis a bis, las familias dijeron que se habían sentido “bastante arropadas” por la consejera. Asimismo volvieron a instar a patronales y sindicatos a “acercar posturas cuanto antes, hay que sentarse a la mesa y negociar”, afirmó González quien descartó desconvocar las movilizaciones el 18 y 20 de enero en Bilbao impulsadas por varias AMPAs. También lanzaron un mensaje al director general de Kristau Eskola tras conocer la decisión adoptada por su junta directiva. “Si a él -por Mikel Ormazabal- le resulta imposible mejorar la última oferta tendrá que darnos más explicaciones de a qué no puede llegar porque la huelga está a dos días vista”. Las familias podrán decírselo en persona porque se reunirán hoy con Kristau Eskola, que a su vez mantendrá otro encuentro con el Gobierno Vasco para pedirle que “medie” en el conflicto, aseguraron ayer desde KE.
Por su parte, la consejera Uriarte se mostró muy remisa a pronunciar ante los medios de comunicación la palabra mediación o mesa a tres. Dijo que su departamento va a “seguir trabajando” para mejorar el sistema educativo y “dar una salida al conflicto”, pero aclaró que quienes deben sentarse a negociar el convenio son los sindicatos y las patronales. Aunque apeló a la “responsabilidad” de ambas partes, Uriarte lanzó un mensaje muy directo a los representantes de los trabajadores: “Ocho días de huelga es un exceso y solicitamos a los sindicatos que reflexionen realmente porque no podemos permitirnos que nuestros alumnos puedan perder el curso ni generar la situación que se está generando en todas las familias”. La consejera tampoco aclaró qué incremento de los servicios mínimos va a solicitar hoy a Trabajo, solo que dependerá del tamaño de los centros y de la atención del alumnado con necesidades especiales. El largo día se cerró con una reunión informativa de los sindicatos con las familias en la sede de ELA en Bilbao, sin novedades. Mañana, por tanto, será el primer día de la huelga de ocho días.