Sevilla - El barco Open Arms, de la ONG Proactiva Open Arms, llegó a las 8.30 horas de ayer al muelle de Crinavis del puerto de Algeciras (Cádiz) con 308 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo, en su mayoría somalíes, y niños que han huido de la guerra en Siria y Somalia. La llegada del barco fue posible después de que el Gobierno español, tras la negativa o falta de respuesta de puertos más cercanos, autorizara el desembarco de los inmigrantes, que fueron rescatados hace una semana en aguas libias y de los cuales 137 son menores.
El director de programas para España de la ONG Save The Children, Vicente Raimundo, explicó que en el barco llegaron niños “que están viniendo de países en guerra, como Somalia o Siria, y en los que sus familias han escapado de situaciones de hambruna”. Estos menores, como los demás inmigrantes, fueron identificados en el Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE), que se habilitó en este muelle en agosto pasado y, según Raimundo, algunos de ellos “han pasado por Libia, y según las Naciones Unidas, todos los migrantes que están en Libia pasan por situaciones pavorosas”. “En todos los casos -añadió- estamos ante historias de origen y de tránsito realmente horribles”. Tras una primera atención médico-sanitaria por voluntarios de Cruz Roja, las ONG intervinientes en el proceso dedicarán las próximas 72 horas a establecer el estatuto de cada uno de los inmigrantes, en función de su nacionalidad, su edad y si han sido víctimas de trata de seres humanos. De los 308 inmigrantes, 241 son varones y, del total, 101 proceden de Somalia y el resto de Costa de Marfil (62), Malí (37) y Sudán (32) y, en menor número, de Nigeria, Guinea, Burkina Faso, Camerún, Chad, Egipto, Gambia, Senegal, Palestina, Ghana, Siria, Liberia, Togo, Níger y Sierra Leona. Tras la llegada de los inmigrantes, el director de Open Arms, Oscar Camps, pidió a la UE que exija a los Estados miembros que cumplan con la normativa internacional y que se acoja en el puerto seguro más cercano a las personas que sean rescatadas en el mar.
Inacción de la UE Camps lamentó que se haya pasado “de la inacción propia de la Unión Europea al bloqueo” y denunció que solo Malta negó por escrito la entrada a puerto y el suministro, mientras que Francia e Italia “ni siquiera han dado una respuesta”, por lo que “ha tenido que ser España quien nos asignara un puerto, porque el barco es de bandera española”. “Estamos hablando de vidas en peligro, personas que necesitaban atención y ayuda, y ha sido muy lamentable tener que hacer ocho días de navegación, cuando la normativa internacional dice que hay que ir al puerto seguro más cercano, y ese era cualquiera antes de llegar a Algeciras, que era el puerto más alejado del Mediterráneo”, añadió. - Efe