Gasteiz - El lehendakari, Iñigo Urkullu, propuso ayer, Día Internacional del Migrante, un Pacto Social Vasco por la Migración abierto a las aportaciones de instituciones y entidades sociales, para hacer frente a los “populismos xenófobos” que se están dando en diversos países de la Unión Europea, también en el Estado español, con la “ambición de estructurarse y expandirse a lomos de la demagogia” para “calar” en la sociedad.
En el Día Internacional del Migrante, Urkullu presentó junto la Propuesta de Pacto Social Vasco para la Migración, un documento del Gobierno Vasco que “responde al reto migratorio desde el punto de vista del pluralismo, la solidaridad y la necesidad”. Acompañado de la consejera de Empleo y Políticas Sociales Beatriz Artolazabal, y del secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, el lehendakari defendió que “las sociedades europeas y la vasca, en particular, necesitamos la inmigración para el sostenimiento del modelo de bienestar” y por ello calificó esta propuesta como una “oportunidad” ante los populismos xenófobos que están aflorando en Europa.
Urkullu destacó que Euskadi es una comunidad autónoma “de paso” para los inmigrantes en tránsito y también para las devoluciones en caliente. Por ello, señaló que “no podemos escapar de lo que son las políticas que se establecen en otros países dentro de la Unión Europea”. “Es en ese contexto donde situamos lo que es el afloramiento de la demagogia, concretada en los populismos xenófobos que se están dando en diversos países de la Unión Europea y que tiene también un calado en la interpretación de la sociedad”, subrayó. También recordó que en el Estado español también se están viendo “discursos xenófobos por parte de formaciones políticas” pero precisó que no es algo “exclusivo” de ese ámbito. “Euskadi hasta el momento ha respondido de un modo unido y solidario ante el reto migratorio en sus diferentes expresiones; sin embargo, no está libre de la amenaza de un populismo xenófobo que tiene la ambición de estructurarse y expandirse a lomos de la demagogia”, advirtió.
En este sentido, destacó que esta propuesta de Pacto Social Vasco para la Migración se sitúa en este contexto de “obstáculos y oportunidades”. “Queremos, desde una premisa ética y práctica, saber atender desde un compromiso con la migración”, indicó.
En el documento se abordan diez compromisos específicos ligados a la “inmigración regularizada”, la “no regularizada”, la “corresponsabilidad” entre diferentes actores, los menores y jóvenes extranjeros no acompañados -MENAs y JENAs- o la cultura de convivencia, entre otros. La propuesta queda abierta a aportaciones de instituciones y entidades sociales hasta finales de junio de 2019.
“Podemos hablar de menores y jóvenes no acompañados como una de las preocupaciones que existe aquí en la Comunidad Autónoma del País Vasco pero de la misma manera podemos hablar de inmigrantes en tránsito, de quienes solicitan permiso de residencia, de asilo; podemos hablar de las dificultades en los permisos de trabajo para las personas migrantes que puedan querer quedarse”, explicó antes de insistir en que “cada uno de los diez puntos del decálogo son prioritarios” para su Ejecutivo.
Según apuntó, este documento que confluye con la filosofía de “ofrecer lo que desearíamos recibir”. Los objetivos del Pacto tienen una proyección “ética, preventiva, y proactiva”. “El objetivo ético de este pacto es contribuir a reforzar la respuesta solidaria y responsable ante las necesidades de las personas migrantes; el objetivo preventivo es configurar una unidad social y política transversal que haga estériles las pretensiones de los populismos de pretexto xenófobo; y su objetivo pragmático es afrontar el reto migratorio como parte de un proceso de crecimiento y progreso para nuestra sociedad”, detalló. De esta manera, el documento se compromete a colaborar con otros actores para impulsar en el conjunto de la Unión Europea el principio de corresponsabilidad; a mantener una unidad social y política frente a cualquier pretensión de obtener ventaja política o electoral con la utilización de mensajes xenófobos, y a ampliar las posibilidades de una inmigración regularizada.
Mejorar la acogida Respecto a los solicitantes de asilo y personas refugiadas, se compromete a mejorar cuantitativa y cualitativamente la acogida e integración de personas refugiadas, y a ofrecer una respuesta humanitaria “adecuada” a migrantes en situación de vulnerabilidad, especialmente a mujeres, menores y víctimas de violaciones de derechos humanos. También plantea ofrecer una respuesta solidaria y humanitaria a la llegada de migrantes en tránsito, o sin documentación regularizada y para los MENAs y JENAs ofrecer una respuesta compartida, equitativa y adecuada a las obligaciones legales, al interés superior del menor y a un proyecto de integración socio-laboral de estos jóvenes.
En materia de Intervención Humanitaria, muestra su compromiso a responder a los llamamientos internacionales o locales que actúen en el terreno en países de procedencia o tránsito y a apoyar proyectos de cooperación para la transformación de las causas de injusticia en los países de procedencia y promover su capital humano local y sus fortalezas. Además, apuesta por compartir una cultura de convivencia basada en la solidaridad, el pluralismo, los derechos humanos y la igualdad, así como en el rechazo a cualquier forma de racismo o discriminación. - Europa Press