barcelona - El director General de Save the Children, Andrés Conde, puso ayer énfasis en la “urgencia” de que la infancia deje de ser un objetivo e instrumento de guerra, y exigió que las escuelas se respeten y sean espacios seguros para los niños durante los conflictos, ya que más de 700 millones de menores en todo el mundo ven vulnerados sus derechos, incluso en las zonas establecidas como “seguras”. Solo en Yemen, el conflicto ha provocado que 120.000 niños no puedan satisfacer sus necesidades alimentarias a diario. La entidad alertó también que en El Salvador, Honduras y Guatemala las bandas “son auténticos ejércitos que reclutan a menores para ejercer la delincuencia”. - Efe