roma - El considerado nuevo jefe de la Cosa Nostra, Settimio Mineo, de 80 años, quien había tomado las riendas tras la muerte del sanguinario Toto Riina, fue detenido ayer en una operación de los Carabineros denominada Cupola 2.0, que permitió documentar cómo se había reorganizado la mafia, así como arrestar a 46 presuntos miembros.

Entre los detenidos se encuentran Filippo Bisconti, Belmonte Mezzagno y Gregorio Di Giovanni, otro tres jefes de los mandamenti, los distritos en los que Cosa Nostra dividen las zonas de gestión de las actividades ilegales, mientras que el resto son hombres de honor de la organización.

Según el fiscal jefe de la Dirección antimafia de Palermo, Francesco Lo Voi, lo importante de la operación es “haber podido detener la formación de la nueva comisión provincial de la Cosa Nostra”, que es el máximo organismo de control de la organización. Lo Voi expuso que se tuvo que actuar con celeridad para “prevenir la ejecución de un proyecto de homicidio contra un miembro de la familia Villabate, culpable de haber realizado robos y extorsiones sin la autorización”.

Además, detalló que mediante escuchas se pudo reconstruir una primera reunión de la comisión provincial -también llamada la Cúpula- el pasado 29 de mayo con la presencia solo de los jefes de otros mandamenti de Palermo, mientras el resto de miembros esperaban fuera. En ese encuentro se localizó a Settimo Mineo, la persona de mayor relevancia en este grupo y sobre el que pesan varias condenas por asociación mafiosa.

el renacer de la mafia Mineo ya fue condenado por mafia a 5 años en el llamado Maxiproceso contra Cosa Nostra tras las investigaciones del juez Giovanni Falcone, y después volvió a ser arrestado y cumplió una condena de 11 años.

En los interrogatorios de Falcone, asesinado por Cosa Nostra en 1992, Mineo jamás colaboró, por lo que se hizo famosa su respuesta “no sé de qué me habla”.

El fiscal añadió que fue Mineo quien habló al resto de capos y les instó a restablecer las reglas de la Cosa Nostra que se habían perdido en el tiempo. Según las investigaciones, esta regenerada Cúpula volvió a fijar las reglas, como la necesidad de reuniones periódicas donde los representantes deben elegir a los jefes de sus familias. Otras eran “resolver cualquier conflicto entre los miembros, sancionar a los hombres de honor en caso de incumplimiento o comportamiento censurable, alejándolos temporal o permanentemente de sus familias”, comentó Lo Voi.

“Se ha hecho una cosa buena. Para mi una buena cosa. Seria, con gente buena. Vieja gente de todas partes”, relató el jefe de Villabate, Francesco Colletti, también detenido sobre el renacimiento de la Cúpula.

El jefe de la fiscalía nacional antimafia, Federico Cafiero De Raho, apuntó que en el intento de formar “una nueva comisión provincial se ha visto la exigencia de Cosa Nostra de realizar estrategias económicas y criminales moviendose de nuevo juntos y sin divisiones y volviendo a los métodos antiguos de la intimidación como la cabeza de cabra sobre la mesa del empresario que querían extorsionar”.

Subrayó, asimismo, que con el “el nuevo padrino”, la Cosa Nostra trasladaba “su centro de gravedad a Palermo a diferencia de cuando estaba en manos de los Corleoneses”. - Efe

Inicio. La Cúpula nació en los años 50 en Palermo en una reunión entre miembros de las familias de la mafia estadounidense y sicilianas, pero con las guerras de la mafia pasó a ser de control exclusivo de los Corleoneses.

Regeneración. Con la muerte de Toto Riina, en noviembre de 2017, la mafia siciliana estaba intentando la reorganizarla basándose en su estructura histórica para continuar con la venta de droga, extorsión o infiltraciones en las contratas.