La humanidad tiene dos alas: una es la mujer y la otra es el hombre. Hasta que ambas no se hayan desarrollado igualmente, el pájaro no podrá volar. Éste es un pensamiento básico del bahaísmo, que muy bien puede adoptar cualquiera que tenga como meta la igualdad hombre-mujer y el feminismo, como camino. En esta senda son muchos los hombres vascos que quieren apoyar el hombro; y Gizonduz es el resultado. Un conjunto de varones que confían y desean que la igualdad entre el mundo de la mujer y del hombre traerá el éxito y la prosperidad a la sociedad, que además será más feliz.
Hace diez años, en un acto presidido por el entonces lehendakari Juan José Ibarretxe y con la presencia de un grupo de más de 25 hombres en representación de distintos sectores de la sociedad vasca, se presentaba la Carta de los hombres vascos por la igualdad y contra la violencia de género, una acción impulsada desde Gizonduz, una iniciativa pionera del Gobierno Vasco, impulsada por Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer y dirigida a promover la concienciación, participación e implicación de los hombres en pro de la igualdad de mujeres y hombres.
Juan José Ibarretxe, Haimar Zubeldia, José Ángel Cuerda, Mikel Urdangarin, Xabier Euskitze, Mariano Ferrer, Julio Ibarra, Kepa Junkera, Patxi Pérez, Kirmen Uribe, Porfi Hernández, Igor González de Galdeano, Jaime Tapia, Josetxu Riviere, Juankar Pérez de Mendiguren, Félix Ajuria, Gaizka Ibáñez de Opakua y Xabier Odriozola, entre otros, fueron de los primeros firmantes en la carta, en la que se comprometían a “implicarse en la construcción de una sociedad igualitaria”.
ÁMBITOS PENDIENTES Una década después de iniciada la andadura de Gizonduz de Emakunde, más de 10.000 hombres de Euskadi se han adherido a la Carta de los Hombres Vascos por la Igualdad y contra la Violencia hacia las mujeres; cerca de 7.000 se han formado en igualdad a través de cursos; y más de 30.000 padres han recibido la mochila Gizonduz con material sensibilizador para una paternidad igualitaria, entre otras acciones.
Precisamente para conmemorar el décimo aniversario de la firma de la Carta se celebró el martes en la sede de la Lehendakaritza en Vitoria, un acto al más alto nivel institucional, presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien se refirió a dos ámbitos pendientes aún: la corresponsabilidad en el trabajo doméstico y el cuidado de las personas; y, por otra, la prevención de la violencia contra las mujeres. Además, hizo especial hincapié al recordar ante el numeroso público asistente -representantes políticos, asociaciones de mujeres, feministas, organizaciones que luchan por la igualdad e integrantes de Gizonduz, coordinada por Ander Bergara- algunas de las medidas adoptadas recientemente por el Ejecutivo que preside, como la gratuidad de las Haurreskolak para las rentas más bajas, los permisos igualitarios e intransferibles para ambos progenitores, así como la propuesta normativa para reforzar la presentación y la respuesta institucional ante la violencia que se ejerce hacia las mujeres.
En el evento, la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, visiblemente satisfecha, aunque consciente de que el camino por la igualdad es largo y difícil, presentó la campaña Gizonok Esan eta Egin, con la que se pretende dar continuidad al trabajo realizado hasta ahora instando a los varones vascos a que asuman una serie de acciones concretas dirigidas a aumentar sus compromisos diarios con la igualdad en diferentes campos: la corresponsabilidad, en el cuidado, la erradicación de la violencia de género, la difusión de ideas igualitarias, o la denuncia de mensajes y comportamientos sexistas.
Para ello se ha creado una aplicación informática “que en pocos pasos les ayudará a elegir sus compromisos. Se trata de una aplicación que en primer lugar analizará su propio comportamiento y que al mismo tiempo, les ofrecerá la opción de escoger entre diversos compromisos, y también recursos para ponerlos en práctica”, adelantó Landaida.
cosa de mujeres “Hace diez años muchos hombres creían que la igualdad era cosa de mujeres, que no era su responsabilidad. Nosotros desde Gizonduz quisimos dar a entender todo lo contrario, que los hombres tenemos la responsabilidad en el tema de la igualdad; que nos tenemos que implicar, por eso creamos el programa”. Pero ahora, coincidiendo con Ander Bergara, el actor Patxi Pérez, también uno de los firmantes de la Carta, considera que ha llegado el momento de ir a la acción; aumentar el compromiso”. En esta línea, el periodista Xabier Euzkitze reconoció cómo hace una década cuando plasmó su firma en el documento se comprometió a implicarse más en las labores domésticas. “Sin duda ahora lo estoy, pero no creo que lo suficiente”.
En esta línea, el exalcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda abogó por la necesidad de educar a una ciudadanía democrática, igualitaria y social, “y así aprender a ser personas solidarias, cultas, justas e interculturales, responsables y comprometidas”, apostilló.
Con la campaña Gizonok Esan eta Egin, según incidió la directora de Emakunde, “queremos impulsar una mayor implicación de los hombres y, al mismo tiempo, hacerla más visible a la sociedad”. Landaida agradeció la labor de todas las personas que en su día impulsaron la iniciativa Gizonduz y subrayó la necesidad de que cada vez sean más los vascos los “que estén dispuestos a cuestionar el modelo tradicional de masculinidad”.
Gizonduz fue una iniciativa innovadora en su día por plantear una línea de actuación con los hombres como complemento necesario al trabajo de empoderamiento de las mujeres. Tanto es así, que se ha convertido en un referente para los varones también fuera de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Hay veces en los que la política se acerca a la realidad, y otras, en las que la realidad se aproxima a la política, como el caso de Gizonduz. “Sin los hombres no puede haber igualdad. En Gizonduz se ha llevado a cabo esa doble tarea de dirigir acciones para concienciarles y que dejen de ser hombres en el sentido tradicional, creyendo que nuestra condición conlleva una serie de ventajas, privilegios y beneficios inherentes a nuestra forma de ser hombres”, subraya Miguel Lorente Acosta, experto en violencia de género y firme defensor de iniciativas como la de Emakunde. En esta línea, el profesor de la Universidad de Granada sostiene que la transformación se tiene que hacer a través del feminismo. “No tenemos nada que inventar. El feminismo lleva 200 años trabajando y todo lo que ha aportado a la sociedad se ha demostrado positivo; sus acciones han mejorado a la sociedad dotando de más calidad a la democracia. No hay que cuestionar lo que promueve el feminismo”.
postmachismo Sin embargo, Lorente Acosta advierte de que hay que ser conscientes de que “al haber una estructura de poder que estamos cuestionando se produce una reacción machista”. El postmachismo está intentando confundir; “intenta que miremos a otro lado. Estas corrientes que proliferan están intentando dar explicaciones diferentes basadas en la desigualdad, en el patriarcado. Por eso, tenemos que estar atentos y atentas a esa reacción del machismo. Tenemos que trabajar en líneas que vayan cuestionando esa construcción de la identidad masculina sobre las referencias tradicionales”, apostilló. Para el especialista en género, en plena coincidencia con Ander Bergara, coordinador de Gizonduz, reconoció que la “igualdad necesita a los hombres y los hombres a la igualdad. Tenemos que ser muy críticos con todas las reacciones y resistencias al sistema patriarcal; debemos de transformar la realidad y transformarnos a nosotros mismos. Y esos criterios nos los dan el feminismo y Emakunde”, remarca.
Aunque 20 años en el tango no son nada, “en el feminismo son muchos”, indica Lorente Acosta, al tiempo que se compromete públicamente a continuar el camino de Gizonduz. “Me comprometo a usar la igualdad, a implicar a los hombres, a incorporar las nuevas masculinidades en el II Plan de Igualdad que estamos elaborando en la Universidad de Granada”. Todo un ejemplo a seguir.