El Tribunal General de la Unión Europea ha anulado este jueves la decisión de la Comisión Europea de denegar el acceso a una periodista al contenido de los mensajes de texto que en la época de negociación de los contratos de compra de vacunas contra el coronavirus intercambiaron la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, y el CEO de Pfizer, Albert Bourla.

La sentencia, ante la que cabe recurso, establece que los servicios comunitarios no proporcionaron una explicación plausible para justificar que no estaba en posesión de los documentos solicitados y, por tanto, denegaba el acceso a la información solicitada por la periodista del diario 'The New York Times' Martina Stevi.

Mensajes con el CEO de Pfizer

El Alto Tribunal europeo considera que las respuestas proporcionadas por Bruselas en relación con los mensajes de texto solicitados "se basan o bien en suposiciones, o bien en informaciones cambiantes o imprecisas", mientras que el medio que los solicitó aportó "elementos pertinentes y concordantes que describen la existencia de intercambios" entre Von der Leyen y el directivo de Pfizer "en el contexto de la compra de vacunas por la Comisión a la referida empresa durante la pandemia de covid-19".

En este contexto, la corte con sede en Luxemburgo avisa de que la Comisión no puede limitarse a afirmar que no tiene en su poder los documentos solicitados, sino que debe presentar "explicaciones creíbles", que permitan al público y al Tribunal General entender por qué no pueden encontrarse esos documentos.

Sin embargo, la sentencia indica que Bruselas no cumplió con su obligación de explicar en detalle el tipo de búsqueda que supuestamente se realizaron para encontrar los documentos reclamados por la periodista, ni especificó los lugares en los que se las búsquedas se llevaron supuestamente a cabo.

Así las cosas, dice el Tribunal, "no proporcionó una explicación plausible para justificar que no estaba en posesión de los documentos solicitados", ni aclaró suficientemente si los mensajes se habían suprimido y, de ser así, si la supresión había sido voluntaria o automática, o si el teléfono móvil de la presidenta había sido sustituido en ese intervalo de tiempo.

La presidenta de la Comisión Europea recibe la vacuna contra el coronavirus, 15 de abril de 2021. EP

En un comunicado al poco de conocerse la sentencia, el Ejecutivo comunitario dice que toma nota de lo dictado y que estudiará ahora los pasos a seguir, por lo que no aclara si contempla recurrir el fallo. Sí deja claro, no obstante, que interpreta la sentencia como una decisión contra la falta de detalle en la explicación para denegar el acceso a los mensajes y no como un cuestionamiento del código de transparencia que aplica.

Por ello, dice el comunicado de Bruselas, mientras analizan la sentencia, sus servicios van a "adoptar una nueva decisión que ofrezca explicaciones más detalladas", lo que sugiere que se mantiene en su decisión de no informar sobre el contenido de los mensajes aunque ofrezca más datos para sostener este veto.   

Negociación de compras

El caso se remonta a 2023, cuando el diario denunció ante la Justicia europea la negativa de Bruselas a revelar el contenido de los mensajes de texto intercambiados entre su presidenta, Ursula von der Leyen, y el entonces CEO del laboratorio, Albert Bourla; cuando ambos conducían las negociaciones para la compra conjunta por la UE de miles de dosis de la vacuna contra la COVID-19 en los primeros tiempos de la pandemia.

La existencia de estos mensajes fue revelada por el propio Bourla en una entrevista al diario norteamericano en 2021, pero los servicios comunitarios, que inicialmente no admitieron que existieran, indicaron después que su contenido no era relevante y fueron borrados por lo que no era posible compartirlos. Bruselas cerró en mayo de 2021 el primer acuerdo con BioNTech y Pfizer para contar con 900 millones de vacunas contra el coronavirus para toda la UE en el periodo 2021-2023 y una opción de compra para otra partida equivalente, por lo que la operación podría llegar a la compra de hasta 1.800 millones de dosis.

Ya en 2022, la Defensora del Pueblo de la UE instó sin éxito al Ejecutivo comunitario a informar de los mensajes entre Von der Leyen y Bourla en aras de las reglas de transparencia que se aplican a la Comisión y advirtió de que cuando se trata del derecho de acceso público a documentos de la UE "es el contenido lo que importa y no el soporte o la forma", descartando así que el simple hecho de ser mensajes de texto determinara que fueran irrelevantes.

En los días previos a la sentencia, fuentes comunitarias han insistido en defender que las conversaciones efímeras, como pueden ser los mensajes de texto vía móvil, no se conservan y que los funcionarios sólo están obligados a registrar información "importante". Sin embargo, las mismas fuentes no han querido aclarar si alguien más que Von der Leyen vio el contenido de los textos antes de ser borrados para evaluar si, efectivamente, no eran relevantes, ni tampoco han querido aclarar si los mensajes siguen existiendo o no.