Vitoria - La meta está todavía muy lejos. Mucho. Tanto que para alcanzarla, sería necesario cuadruplicar en dos años el número de vehículos eléctricos por las carreteras vascas. El último registro facilitado por el Gobierno Vasco cifraba en 1.143 las unidades matriculadas y el objetivo marcado se sitúa en las 4.800 en circulación para 2020. Para acercarse a esa finalidad se ha fijado un completo paquete de incentivos económicos que tratarán de enganchar a la movilidad sostenible a empresas y personas. Los alicientes de carácter más social, los intangibles, son los de siempre: reducción del consumo energético, de las emisiones contaminantes, del ruido,...
Para poder cumplir con este plan y avanzar en la transición energética, el Ejecutivo vasco anunciaba ayer una inversión pública y privada cercana a los 500 millones de euros hasta el horizonte de 2020. En este plazo se prevé poner en marcha un total de 63 acciones “de tránsito” hacia un modelo de transporte tanto público como privado sostenible y basado en la energía eléctrica.
La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, explicaba ayer que el conjunto de esas medidas se recogen en el Plan Integral de Movilidad Eléctrica (PIME), aprobado por el Consejo de Gobierno y en el que “también se recoge el compromiso de preparar propuestas hasta el año 2030”.
El objetivo, resumía, “es impulsar la movilidad eléctrica de forma coordinada con los agentes públicos y privados de manera acorde al diagnóstico contenido en plan, en el que se recogen iniciativas que afectan a particulares, empresas y administraciones públicas”. Con la activación y puesta en marcha de esta línea estratégica, se busca principalmente avanzar hacia una movilidad más sostenible mediante el aumento de la demanda y uso de medios de transporte eléctricos. Para ello se hace hincapié en los vehículos eléctricos, las infraestructura de recarga y también en la electrificación del transporte publico, otro de los pilares básicos en esa transición.
Con todas esas ideas sobre la mesa y plasmadas en el citado documento, el plan se marca como metas que en 2020 el 4% de los nuevos vehículos sean eléctricos y que haya 4.800 matriculados para ese año que puedan repostar en puntos de recarga, 35 de ellos de alta potencia y con acceso público. Asimismo, quiere que aumente en un 20% el porcentaje de personas usuarias de medios de transporte colectivos eléctricos.
Todo ello, según las estimaciones previstas por el Ejecutivo vasco, contribuirá a reducir el consumo energético “en 73,1 kilotoneladas equivalentes en petróleo al año, y que bajen en 209,8 kilotoneladas de CO2 las emisiones de gas de efecto invernadero”. La consejera Tapia indicó que las instituciones subvencionarán la adquisición de vehículos eléctricos para llegar a esa cifra esbozada en el PIME. También se bonificarán 60.000 recargas eléctricas, se guiará a las empresas en la electrificación de sus flotas, se creará una central de compra de vehículos de energías alternativas para el Gobierno Vasco y se dará prioridad al uso de taxis eléctricos por parte de las administraciones públicas y las empresas.
vitoria y jundiz Además, se pondrán en marcha ayudas para habilitar 50 nuevos aparcamientos para bicicletas eléctricas y se promoverán sistemas públicos de bicicletas que incluyan este tipo. En cuanto a la electrificación del transporte público, se apoyará la introducción del autobús eléctrico urbano en la renovación del 50% de las flotas y se pondrá una línea de autobús eléctrico inteligente en Gasteiz (Línea 2 de Tuvisa), Donostia (Línea 28 de DBUS) y Leioa (conexión entre Metro-Universidades). También se incrementará el servicio de transporte público eléctrico ferroviario y tranviario con nuevas líneas. Por ejemplo, se plantean las ampliaciones del tranvía al sur-universidades y a Salburua en Gasteiz, o la ampliación Atxuri-Bolueta en Bilbao, combinando con actuaciones en la red existente para mejorar frecuencias y ampliar el servicio.
El plan apuesta por fomentar el “trasvase modal” de mercancías. Es decir, ir abandonando la carretera en favor del ferrocarril “impulsando inversiones en infraestructuras y avanzando en el desarrollo de nuevas plataformas multimodales como Jundiz y Lezo”.
El Ejecutivo vasco quiere apoyar este tránsito hacia la movilidad eléctrica con medidas contenidas en el proyecto de Ley de Sostenibilidad Energética, que está en tramitación en el Parlamento Vasco, aunque en el plan aprobado ayer se plantean incentivos y medidas fiscales para bonificar la compra de vehículos, entre otras acciones.
La consejera Tapia hizo hincapié en la formación y, en este sentido, defendió la inclusión de la movilidad eléctrica en las líneas de formación reglada existentes en la CAV y el desarrollo de iniciativas de formación continuada específicas.
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Del total de inversión prevista (494 millones de euros) 385 provienen del Ente Vasco de Energía (EVE), 61 de ayuntamientos y diputaciones y 47 de agentes privados.