Bilbao - Pese a que el auge de las ventas por Internet y el aumento de información pudiesen dar a entender que la venta a domicilio iba a erradicarse, no es así. De hecho, en el último año, las reclamaciones por fraudes de este tipo han ascendido un 38%, hasta alcanzar las 2.934. Por este motivo, Kontsumobide, el Instituto Vasco de Consumo, ha lanzado una campaña informativa para dar herramientas a los ciudadanos y que así sean capaces de defenderse de posibles timos en ventas fuera de los establecimientos. Principalmente afectan a un colectivo vulnerable como son las personas mayores, sobre todo, a las que viven solas.
La iniciativa comenzará en julio, y consistirá en el reparto de folletos informativos, que contendrán documentación sobre los derechos de los consumidores, e intentarán prevenir ante las posibles prácticas poco éticas de algunos comerciales. También sobre cómo actuar a la hora de echar para atrás una operación. Asimismo, se emitirán una serie de cuñas en radio y se retransmitirán microespacios divulgativos en televisión. Todo con el objetivo de “llegar a un mayor número de personas”. Los folletos estarán disponibles en las oficinas de Kontsumobide, en oficinas municipales y asociaciones de consumidores.
Nora Abete, Directora del Instituto Vasco de Consumo, adscrito al Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, presentó ayer la campaña junto a Yolanda Díez, concejala del Área de Salud y Consumo. Según explicó Abete, “las reclamaciones de este tipo” ya suponen el 12% de las totales en Euskadi y ante el notable ascenso quieren dotar de herramientas a los ciudadanos para que puedan “valerse por sí mismos y evitar este tipo de situaciones”.
Las cuatro estafas principales son la venta de productos relacionados con la salud, de enciclopedias o libros, suministros de electricidad y gas, y las falsas revisiones de caldera. Abete pidió a los ciudadanos que antes de “firmar o aceptar ningún contrato” reflexionen, para así poder comparar ese producto o servicio con otros disponibles en el mercado. Además, recalcó que, en caso de firmar un contrato de este tipo, el tiempo importa a la hora de romperlo, ya que “el plazo general para el desistimiento es de 14 días”.
Posteriormente, indicó que desde 2016 han impuesto sanciones a unas 50 empresas, que varían “dependiendo de la casuística”. Y aclaró que, una vez interpuesta la denuncia, en primer lugar intentan encontrar la solución “mediando con las empresas”, y si el plazo de desistimiento ha concluido, optan por buscar “puntos débiles en los contratos”.
Por su parte, Díez calificó la campaña como “necesaria”, porque para los ciudadanos este tipo de fraudes son una “pequeña tragedia”. Surgidas debido a que algunos comerciales realizan “ventas sin escrúpulos” mientras “someten a los ciudadanos a una presión importante”. Igualmente, subrayó la sensibilidad de la Oficina de Personas Consumidoras con el tema, dado que en lo que va de año se han realizado 500 consultas y 80 reclamaciones sobre ventas a domicilio.
La concejala, por último, puso en disposición de los ciudadanos la nueva Oficina de Atención Ciudadana al Consumo, complementaria con la Oficina Municipal de Información al Consumo (OMIC).
Reclamaciones. El año pasado, solamente en Euskadi, se recibieron 2.934 reclamaciones por ventas a domicilio, lo que supone un aumento del 38%. En lo que va de 2018, ya suman 1.465 las reclamaciones, quejas y denuncias recogidas por el Instituto Vasco del Consumo, OMIC y Asociaciones de Comerciantes.Fraudes. Algunos comerciales se pasar por personal sanitario o por trabajadores de grandes empresas y ofrecen información falsa. Los productos o servicios que más intentan vender son libros o enciclopedias, revisiones falsas de la caldera, suministros de gas o electricidad, y productos relacionados con la salud.