Un tercio de los pacientes con cáncer de colon presenta metástasis en el momento del diagnóstico, por lo que los oncólogos insisten en la importancia del cribado poblacional para detectar el tumor precozmente y animan a los ciudadanos a participar en esos programas. Con motivo de la celebración ayer del Día Mundial contra el Cáncer de Colon, el doctor Fernando Pereira, oncólogo quirúrgico del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid) y portavoz de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ), lamenta, en una entrevista con Efe, que la población aún no sea consciente de los beneficios del cribado. Ello, a pesar de que el cáncer colorrectal es el más frecuente si se tiene en cuenta a hombres y mujeres en conjunto, por lo que, según este oncólogo, habría que insistir mediante campañas de sensibilización.

Tampoco ayuda el hecho de que solo cinco comunidades autónomas (Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Comunidad Valenciana) tienen una implantación de los programas de cribado del 100 % en su territorio para la población en edad de riesgo (de 50 a 69 años), según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc). Los programas de cribado consisten en un test de sangre oculta en heces (una prueba sencilla) y posteriormente una colonoscopia en caso de que sea positivo. Gracias al cribado y a las pruebas diagnósticas que existen en la actualidad, el 90% de los pacientes que sufren cáncer de colon se curan si son detectados precozmente, ha señalado la Sociedad Española de Patología Digestiva y la Sociedad Española de Oncología Médica.

También el doctor Pereira pone el acento en que la supervivencia se ha duplicado en los últimos veinte años y se prevé que los datos mejoren, a lo que, además del cribado, contribuye las “importantes” mejoras registradas en los tratamientos cuando la enfermedad está avanzada o hay metástasis. Una vez detectado el cáncer el “único” tratamiento curativo es la cirugía, no solo para extirpar el tumor del colon, sino también en “muchas de las metástasis” que produce en el hígado, el pulmón o el peritoneo. A ello se suman los avances en la quimioterapia, a la que responden más del 80% de los afectados, lo que hace que se sometan a cirugía pacientes que antes no podían operarse, ha explicado el oncólogo, quien señala que aproximadamente un 30% de los que tienen metástasis y pueden ser intervenidos sobreviven por encima de los 5 años.

Uno de los principales progresos de la cirugía es el desarrollo de la laparoscopia, “que se utiliza de forma masiva”, lo que permite que la recuperación sea más fácil.Además, en los pacientes en los que no se puede usar, los cirujanos adoptan las llamadas “medidas de recuperación rápida”, como indicar al paciente que se levante, se mueva y coma al poco tiempo de la cirugía o evitar el uso de drenajes, “lo que hace que el postoperatorio haya mejorado muchísimo”.

Una pregunta muy frecuente que plantean los pacientes a los cirujanos es si resulta necesario colocar una bolsa (ostomía) tras la operación, a lo que el doctor Pereira responde: “No es necesaria prácticamente nunca, salvo si hay que intervenir quirúrgicamente de urgencia”. En el caso del cáncer de recto, es necesario este procedimiento cuando el tumor está localizado muy cerca del ano, aunque “solo un porcentaje bajísimo tiene que llevar bolsa permanentemente”. Otra de las dudas que tienen los pacientes, según este experto, es si el cáncer de colon es hereditario, lo que solo ocurre entre el 5 y el 10% de los casos. El 90% se denominan esporádicos. La edad es uno los factores claros de riesgo (el pico máximo de la incidencia de estos tumores sitúa en torno a los 70 años), aunque también algunas patologías como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, además de los pólipos colorrectales. - Efe