Iruñea - Investigadores de la Universidad de Navarra, en colaboración con el Gobierno Vasco y la UPV/EHU, trabajan en un proyecto que utiliza el calor para matar las células cancerígenas, de forma que el paciente sufra menos que con tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia y sus combinaciones con la cirugía.
“De esta manera, se pretende mejorar la calidad de vida de un gran número de personas que presentan o puedan presentar este tipo de enfermedad”, afirma la Universidad de Navarra en un comunicado, en el que añade que “la hipertermia consiste en someter determinados tejidos del cuerpo a temperaturas de hasta 45°C, con lo que se logra terminar con las células cancerígenas”.
La investigación busca introducir en el cuerpo unos microhilos magnéticos mediante los que se aplica esta temperatura a la zona afectada por los tumores, un proyecto que “ha permitido avanzar hacia una solución innovadora, menos agresiva y con gran potencial en la terapia contra el cáncer”.
Lesiones mínimas Las investigaciones realizadas hasta la fecha han mostrado que “las altas temperaturas pueden dañar y destruir células tumorales, causando lesiones mínimas en tejidos circundantes, y al destruirlas, dañando las proteínas y estructura que hay dentro de las células, la hipertermia puede favorecer el tratamiento focalizado de los tumores induciendo su reducción”.
Según los investigadores, “la combinación de los microhilos magnéticos de TAMAG Ibérica con la plataforma microfluídica de Ceit-IK4 ha permitido reducir en un 70% la viabilidad de estas células cancerígenas”.
La investigadora Maite Mujika destacó que este proyecto “ha permitido avanzar hacia una solución innovadora, menos agresiva y con gran potencial en la terapia contra el cáncer”. - DNA