En los últimos años no son pocos los padres y madres que se han encontrado con un problema en el Registro Civil al no poder poner a sus descendientes el nombre que tanta ilusión les hacía. Desde 2011 está en vigor una normativa por la cual no se pueden registrar nombres de persona que pueden inducir a error en cuanto a sexo. El Ministerio de Justicia solicitó a Euskaltzaindia que realizase una lista de nombres en euskera para cada uno de los géneros. La academia ya venía actualizando su nomenclátor desde 1966, pero no se había encontrado con un fenómeno como el que se viene dando desde principios del Siglo XXI. “En euskera hay una tradición onomástica propia que tiene siglos, tenemos documentados los nombres de la Edad Media”, explica Roberto González de Viñaspre, vicepresidente de la Comisión de Onomástica de Euskaltzaindia. “Los nombres de persona se han utilizado en su versión masculina o femenina, algo que es general en las lenguas de nuestro entorno. Esto viene de una tradición, fundamentalmente, con nombres ligados al santoral. Pero tenemos una sociedad muy viva en cuanto a que los padres tratan de buscar nuevos nombres y los están buscando del léxico común vasco, de las palabras comunes, como Hodei, Lur, Amets? Otra fuente viva de creación de nuevos nombres de persona vienen de la toponimia, de nombres de lugares. Por ejemplo, Amaiur o Joar”.

Esta misma semana Euskaltzaindia ha hecho saber que pedirá a las autoridades estatales que sea “más flexible” con el nomenclátor vasco. “La lengua vasca tiene sus propias características, como todas las lenguas. Una de ellas es que en euskera no existe, porque no ha sido necesario, el género gramatical”, detalla González de Viñaspre, “por lo tanto, palabras como lur o amets, por definición, no son masculinas ni femeninas”. Al traspasar esa palabra para crear un nombre de persona llegan los problemas. Dependiendo del funcionario que atienda a los padres en el Registro Civil, se puede aplicar la norma de manera laxa y aceptar ese nombre sin más o solicitar un certificado de Euskaltzaindia que diga si el nombre en cuestión es de niña o de niño. “En esa situación Euskaltzaindia tiene un gran problema”, se lamenta el vicepresidente de la Comisión de Onomástica, “porque por sí mismos esos nombres no son ni masculinos ni femeninos. No es esa la lógica interna del euskera ¿Cómo vamos nosotros a dictaminar algo que desde el euskera no es posible?”.

Roberto González de Viñaspre confirma que, tras las declaraciones de Andrés Urrutia, el presidente de Euskaltzaindia, la academia va a enviar de manera inminente una comunicación al Ministerio de Justicia con la que se explica que este tipo de nombres carecen de género gramatical. “No son propiamente ni masculinos ni femeninos y comentamos que esa característica de estos nombres en euskera parece tener un encaje complicado con lo que es la obligatoriedad legal en vigor de que el nombre a registrar no induzca a error en cuanto al sexo, o por lo menos con la interpretación que de la norma se hace en algunos registros civiles de manera restrictiva”. Euskaltzaindia solicita que el Ministerio emita las instrucciones pertinentes a los registros civiles para procurar que la aplicación de la norma vigente sea más flexible, “por supuesto, sin violentar la ley”.

Desde la entidad con sede en la Plaza Nueva bilbaína se lanza “un mensaje explícito de ofrecimiento de colaboración al Ministerio para, si lo creen conveniente, hacer un estudio conjunto y una búsqueda de vías adecuadas para conseguir una solución satisfactoria”. El objetivo es que los padres y madres no tengan que regatear funcionarios del Registro Civil, ni alimentar discusiones sobre cuál es el sexo de las nubes.

Lur. Significa ‘tierra’ y actualmente en el Estado hay 458 mujeres con ese nombre, mientras que también lo comparten 90 hombres.

Goizeder. Su traducción es ‘hermosa mañana’. Hoy en día lo contemplan en su DNI 150 mujeres y 22 hombres.

Hodei. Significa ‘nube’ y tiene más presencia entre los hombres, ya que lo comparten 1.711 varones y 27 mujeres. 600 hombres y 50 mujeres lo utilizan como Odei.

Izar. Significa ‘estrella’ y actualmente lo tienen 655 mujeres y 136 hombres.

Eider. es el nombre más común entre mujeres con 4.499 casos, pero también lo usan 64 varones. Se traduce como ‘hermoso’.