VITORIA - La gripe puede haber tocado techo en Euskadi, y a pesar de propagarse con fuerza, parece haber entrado en una fase estable. Sin embargo, eso no ha evitado que solo en la segunda semana de enero alrededor de 7.500 vascos tuvieran gripe. Según el último informe semanal de la Red de Vigilancia Epidemiológica del Departamento de Salud, la actividad gripal ha experimentado un ligero descenso, al situarse en una tasa de 321,37 casos por 100.000 habitantes, frente a los 360,02 casos por 100.000 habitantes de la semana anterior. Los ‘médicos vígía’ señalan que “aunque esta reducción parece indicar el inicio del descenso de la onda epidémica, se mantiene sin embargo una alta detección viral”, por lo que Osakidetza recalca que habrá que esperar la evolución.

El hecho de que en lo que llevamos de temporada el virus tipo B continúe siendo el tipo predominante (en un 86%), provoca que haya habido que lamentar un importante número de víctimas mortales. Hasta el momento se han registrado 28 fallecimientos entre los casos graves hospitalizados frente a los 14 contabilizados la semana anterior. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ha alertado de que los profesionales sanitarios afrontan este año la epidemia con una mutación del virus, ya que el tipo B es responsable de tres de cada cuatro casos, mientras que el A, que es el que se ha administrado en las vacunas, representa solo uno de cada cuatro.

Desde el comienzo de la temporada, en la CAV se han notificado 830 casos hospitalizados por gripe, de los que 170 cumplían criterios de gravedad. Se da la circunstancia de que se ha registrado un caso grave en una embarazada, no vacunada. Además precisaron el ingreso en la UCI 64 casos. A pesar de que 54 de ellos eran candidatos perfectos para la vacunación, 35 no se habían puesto la inyección. La edad media de los casos hospitalizados graves es de 66,5 años, más de la mitad, mujeres. El 85,9% (146) de los casos hospitalizados graves notificados presentaba complicaciones añadidas.

consultas saturadas El virus ha vuelto a poner a prueba el sistema sanitario porque ha aumentado la demanda asistencial, con mayor intensidad en Gipuzkoa. En este sentido, en la primera semana del año se confirmó el primer brote de esta temporada en un centro gerontológico de este territorio que registró al menos 23 casos, 12 entre residentes y 11 entre los trabajadores. El 16% de los residentes y el 100% de los trabajadores no estaban vacunados. Hubo además que hospitalizar a cuatro residentes. Y es que los médicos siguen con una actividad imparable. En la red de Atención Primaria, la semana pasada se llevaron a cabo un total de 7.222 consultas por síndrome gripal.

Ayer, Osakidetza recomendó a la ciudadanía hacer un uso responsable de los recursos sanitarios para poder atender y resolver los problemas médicos de cada paciente con calidad. Eso implica valorar, en función de la sintomatología, qué servicio sanitario resulta más adecuado para cada caso: médico de familia, puntos de atención continuada (PAC) y, en última instancia, en caso de complicaciones graves, las urgencias hospitalarias. De ese modo, afirmaron, “se evitarán esperas innecesarias para recibir la atención y, al mismo tiempo, se estará contribuyendo a no saturar el sistema sanitario”.

Según los datos, entre el 8 y el 14 de enero, el grupo de edad con mayor tasa de gripe registrada fue el de 0 a 4 años con 1.495,93 casos por cien mil.

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Desde el comienzo de la temporada se han notificado 830 hospitalizados por gripe, de ellos 170 eran casos graves. Se han registrado 28 fallecimientos.