Madrid - Hace apenas ocho días las estadísticas reflejaron lo que ya nadie dudaba: que 2017 no sería capaz de frenar la sangría de las muertes en carretera. Por el contrario, no se ha levantado el pie del acelerador y el pasado día 19 el número de fallecidos en accidentes ya superaba el de todo 2016.
La Dirección General de Tráfico (DGT) no ha actualizado en su web las cifras en espera de hacer público el balance del año, pero hasta el día 19 las carreteras habían dejado 1.169 muertes contabilizadas a 24 horas (es decir, los fallecidos en las primeras 24 horas de producirse el siniestro), frente a las 1.129 de esa misma fecha de 2016 (un 4% más).
Un dato aún no cerrado y que el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, adelantó en Twitter, ha alarmado también: “Más de 500 fallecidos en motocicleta en lo que llevamos de año. Varón entre 35 a 55 años, fines de semana, carretera convencional, con exceso de velocidad y positivo en Alcoholemia: prototipo candidato”, escribía el pasado día 18 en esa red social.
¿Qué ha pasado para que la curva descendente que la gráfica de la siniestralidad mantuvo durante una década haya empezado a dibujarse justo en sentido contrario? Aunque las respuestas pueden variar según a quién se pregunte, sí hay unanimidad en dos factores que las fuentes consultadas por Efe no dudan en citar: el aumento de la movilidad por el inicio de la recuperación económica y el envejecimiento de nuestros coches, así como la velocidad inadecuada, el consumo de alcohol y drogas y no ponerse el cinturón. - Efe