OPEs. En 2018 se convocará una OPE de 1.511 plazas para los cuerpos de ESO y FP. Serán 5.000 puestos en toda la legislatura, más 260 en Educación Especial y un número por determinar en personal de administración del Consorcio Haurreskolak. Se pretende bajar 10 puntos la interinidad en los cuerpos docentes y 30 puntos en Educación Especial.
Reducción de la jornada lectiva por razón de edad. Los docentes mayores de 60 años, tendrán la posibilidad de solicitar una reducción de jornada lectiva de un tercio. En Educación Infantil y Primaria, los mayores de 59 años podrán optar a una reducción de dos horas lectivas semanales.
Sustituciones. Se sustituirán la las bajas desde el primer día en las haurreskolas, Infantil y Primaria. En ESO y en Bachillerato, las sustituciones pasarán de realizarse el quinto día al tercer día.
Refuerzo. En Primaria se posibilitará el uso de la doble tutoría en aquellas aulas que acojan al número máximo de alumnado permitido por el ratio (25 estudiantes) y cuente con cinco estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo.
Estabilidad del profesorado interino. Tras lo adelantado en la reunión de septiembre, se detalla la metodología para que el profesorado interino pueda mantenerse en la plaza a la que ha accedido, hasta que dicha plaza se cubra definitivamente (OPE o concurso de traslados).
Consorcio Haurreskolak. Todas las escuelas infantiles ofrecerán servicio de 8 horas diarias, en línea con el compromiso de llegar en igualdad en toda la geografía, sean zonas rurales o urbanas.
Cocina y Limpieza. Educación ofrece un Plan Integral de Formación: nuevas dietas en cocina, formación higiénico-sanitaria o prevención de riesgos laborales (psicosocial, ergonomía). También se ha presentado la propuesta de duplicar las liberaciones para euskaldunización, así como el estudio de la posibilidad de una OPE para esta legislatura.
Bilbao - Enero será un mes clave para encauzar la conflictividad en la escuela pública vasca. Tras un otoño caliente -caldeado con cinco huelgas- Departamento de Educación y sindicatos se han vuelto a ver las caras. Y esta vez no lo han hecho en la trinchera de sus propias posturas, sino en torno a una mesa de negociación. La propuesta del gabinete que dirige Cristina Uriarte no ha puesto fin a la confrontación pero ha propiciado un deshielo entre las partes. Y es que todos los sindicatos, excepto ELA, que sigue instalado en el no, han recibido la nueva oferta como un punto de partida para seguir dialogando a pesar de que no recoge todas sus exigencias.
La amenaza de nuevas huelgas por parte de las centrales (ELA, LAB, Steilas, CCOO y UGT) sigue en el tablero de juego y todas las partes están emplazadas a hacer el siguiente movimiento a la vuelta de las vacaciones de Navidad. El Departamento de Educación no ha entrado en cuestiones como la construcción de un sistema educativo propio al margen de la Lomce. Ello le obligaría a renunciar al Currículum Vasco que lleva su cuño. No ha trascendido si piensa introducir cambios en el sistema de modelos lingüísticos para garantizar el bilingüismo real de todo el alumnado al final de la Educación Básica, una patata caliente que ha vuelto a tomar fuerza tras los varapalos recibidos por el Informe PISA y el PIRLS de comprensión lectora.
El Gobierno Vasco tampoco se ha comprometido a elevar la inversión en educación para acercarla a estándares europeos (6% del PIB). En opinión de todos los sindicatos, la oferta no ha revertido todos los “recortes” aplicados en el sistema con la excusa de la crisis económica que vienen erosionado la calidad de la enseñanza desde 2011. Pero la mayoría ven en la propuesta “mejoras”, un punto de inflexión para meterse en harina y evitar el recrudecimiento de las movilizaciones.
La propuesta del Gobierno Vasco lleva aparejada un refuerzo del cuerpo docente, más estabilidad para el personal interino y mejoras que favorecen el relevo generacional y el desahogo de una plantilla envejecida. Según fuentes consultadas, el equipo de Educación sorprendió al llevar a la Mesa sectorial la reducción de la jornada laboral en función de la edad porque esta cuestión estaba fuera de la agenda de los sindicatos. En concreto, se propone una reducción de un tercio de la jornada para el profesorado mayor de 60 años, con sustitución, y dos horas menos para las personas mayores de 59 años en Infantil y Primaria. Así se aligera la carga de trabajo a los veteranos y se abre la puerta a nuevas incorporaciones.
Otro de los puntos claves es la convocatoria en febrero del año que viene de una OPE de 1.511 plazas en Secundaria y Formación Profesional, la oferta pública de empleo más ambiciosa de los últimos cinco años. En cierto modo, este anuncio hace más tangible la promesa de crear 5.000 puestos esta legislatura. Pero, como suele suceder en estos casos, las cifras no satisfacen por igual a sindicatos y a patronal. Según ELA, se necesitarían 1.900 puestos más para revertir los recortes de los últimos años.
Pero la oferta de empleo no se reduce al cuerpo docente. Se convocarán OPE para el personal administrativo en el Consorcio Haurreskolak y se crearán 260 plazas para profesionales que atienden al alumnado con necesidades educativas especiales lo que, según Educación, supondrá una reducción de 30 puntos de la tasa de interinidad de este colectivo. Además, se ha propuesto la constitución del Fondo Social para este colectivo, asimilándolo al resto de colectivos laborales, así como la equiparación salarial de fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales con el cuerpo de maestros y maestras.
Estas medidas hacen un poco más creíble la filosofía de la escuela inclusiva que predica el Departamento, en un momento en el que la segregación del alumnado migrante es un hecho y que se ha disparado el alumnado con diversidad funcional. De igual manera, se ha trasladado la apertura de listas de sustituciones, con carácter atemporal, y la de establecer una jornada semanal de 37,5 horas.
Aunque no se trate de una medida que mejore las condiciones laborales estrictamente, las dobles tutorías en Primaria también puede ayudar a mejorar la gestión de los centros que acogen mayor número del alumnado que precisa un apoyo extra. En lugar de bajar los ratios de forma general e indiscriminada, Educación ve más conveniente proporcionar un apoyo a los grupos de estudiantes que lo necesiten, con el objetivo de asegurar una educación de calidad. De esta forma, adjudicando profesorado suplementario, se adaptan de facto las ratios de esos grupos. Teniendo en cuenta lo anterior, propone establecer dobles tutorías en educación Primaria, en las clases que superen la ratio de 25 estudiantes y que haya al menos 5 escolares que presenten necesidades específicas de apoyo educativo (no de necesidades educativas especiales). Algunos grupos dispondrán de una tutoría doble desde el comienzo de curso, cuando así se haya previsto en la planificación. También podrá establecerse la tutoría doble durante el curso, en los grupos que se completen con alumnado nuevo, siempre que se cumplan estas dos condiciones. En la actualidad, 3.000 estudiantes, por lo general extranjeros, se incorporan a las aulas comenzado el curso, lo que trastoca el día a día en los centros. Otra de las medidas enfocadas a mejorar la educación tiene que ver con las sustituciones. Finalmente, Educación cubrirá las bajas desde el primer día en las haurreskolas, los ciclos de Infantil y Primaria. Y las sustituciones pasan del quinto día al tercero en ESO y Bachillerato, lo cual mejora ostensiblemente la situación actual.