Bilbao - El caldo de cultivo que hace treinta años burbujeaba en medio planeta -incluido Euskadi- fue esencial para el nacimiento de Hegoa, el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional. Pero todos aquellos acontecimientos (activismo social vasco, la caída del muro de Berlín y el fin de los bloques, la crisis de América Latina...) por sí solos no hubieran significado nada más sin la participación de Koldo Unceta.

Profesor de la UPV, preparaba su tesis después de haber colaborado como voluntario en Centroamérica durante tres años. Unceta mantenía una estrecha relación con los movimientos sociales de Euskadi y todas estas circunstancias “y la necesidad de un espacio para la reflexión y la investigación” contribuyeron a la fundación de este instituto en la UPV. “Éramos unos kamikazes, unos atrevidos con mucha sensibilidad social. Había mucha audacia y mucha osadía” describía Unceta, primer director de Hegoa, los inicios del mismo.

El instituto fue un proyecto pionero en Euskadi impulsado por no más de media docena de personas y que 30 años después congrega a más de 60. Pero, además, aquella iniciativa se ha convertido en un referente universitario, social e institucional en Euskadi y en el mundo. “A día de hoy, la cooperación y los movimientos sociales no pueden entenderse sin Hegoa”, apuntaba Unceta. Un buen número de los cuadros de los movimientos sociales del País Vasco y del Estado, de los técnicos de Gobierno Vasco, de la Agencia Vasca de Cooperación, de diputaciones, ayuntamientos? se han formado en Hegoa. - J. Fernández