Bilbao - El acceso al mercado de trabajo de las personas que se gradúan en la Formación Profesional vasca camina en paralelo a la recuperación económica iniciada en 2014. En diciembre de 2016, la tasa de actividad de la promoción de 2015 creció 10 puntos, la tasa de empleo 9 puntos y la tasa de paro bajó del 31,6% al 27,6%, cuatro puntos por debajo de la promoción anterior. “Desde iniciada la crisis, este es el primer año que estos indicadores muestran claros signos de recuperación, con tasas parecidas entre hombres y mujeres”. Esta es una de las conclusiones del Estudio de Inserción Laboral de los Titulados en Formación Profesional elaborada por Lanbide a través de una encuesta telefónica a 11.251 personas que finalizaron sus estudios en 2015, la promoción que arroja más titulados de la serie histórica (1999-2014).

Fabricación mecánica, Instalación y Mantenimiento, Hostelería e Industrias Alimentarias son las familias que mejores indicadores presentan. En relación a la calidad del empleo, Instalación y Mantenimiento destaca por tener una de las tasas de paro más bajas (20%), además solo el 8% trabaja a tiempo parcial, un 42% logra el puesto a través de las prácticas del ciclo y presenta uno de los salarios más altos (1.212 euros al mes). Apenas se necesita algo más de un mes para encontrar empleo en Fabricación Mecánica, un área en la que el paro se sitúa en el 21% y los contratos temporales suponen un 6%. Más de la mitad de las personas colocadas fue mediante las prácticas y ocho de cada diez personas trabaja en un puesto relacionado con los estudios. El salario en Fabricación Mecánica está entre los más altos, 1.184 euros.

En el lado opuesto de la balanza de las familias con peores condiciones se hayan Textil, Confección y Piel, Imagen y Sonido y Seguridad y Medio Ambiente. Textil presenta una de las tasas de paro más altas (36%) con una media para encontrar trabajo de casi cinco meses y uno de los sueldos más bajos (900 euros), solo superada por Imagen Personal, cuyo sueldo medio apenas alcanza los 779 euros. Las profesiones enmarcadas en estas últimas ramas presentan tasas de paro muy altas y un altísimo nivel de jornadas parciales y un bajo porcentaje de empleo relacionado con los estudios cursados.

La realización de la encuesta de Lanbide coincide con un momento en el que el número de parados en Euskadi va en descenso, el número de ocupados lleva una pequeña tendencia alcista y en un contexto en el que el PIB vasco comienza a subir, afianzándose su crecimiento en 20016 en un 3,1%. En general, el estudio destaca que el 32% de la promoción de 2015 tiene una estabilidad laboral, aunque desciende al 29% si se habla de empleo encajado. No obstante, buena parte del empleo es a tiempo parcial (33%).

Seis de cada diez egresados se titulan en un grado superior, más chicas que chicos. Un tercio de quienes se gradúan obtiene un trabajo temporal o por obra, mientras que otro tercio opta por proseguir sus estudios. Únicamente un 11,9% logra un trabajo fijo con contrato indefinido y el desempleo afecta al 18,7%. El informe apunta que en los últimos seis años las mujeres se insertan al mercado en mayor proporción que los hombres, si bien esa diferencia va disminuyendo hasta casi igualar su tasa de actividad (68% ellas, 67,9% ellos). Se da la circunstancia de que en lo peor de la crisis (desde 2010 a 2013) las tituladas mostraron tasas de paro inferiores a sus compañeros, aunque en las dos últimas promociones se ha dado vuelta a la tortilla (29,8% ellas, 27,6% ellos).

En cuanto a tendencias, el estudio de Lanbide pone de manifiesto que los trabajos cualificados relacionados con la construcción y la industria muestran una recuperación paulatina desde que su porcentaje se derrumbase con la promoción de 2009, pasando del 16% de 2010 al 22,1% en 2016. No obstante, hostelería acapara el mayor volumen de puestos de trabajo, con tres de cada diez empleos. Por contra, los puestos administrativos disminuyen en el mismo periodo del 13,9% al 10,4%. Una de las variables que sí se mantienen estables durante los últimos cuatro años es el empleo encajado ya que se observa que uno de cada cuatro puestos ocupados por un titulado en FP tiene relación con sus estudios.

Trabajo cualificado Otro aspecto que habla bien del mercado laboral vasco es la necesidad anecdótica de mano de obra no cualificada. Lanbide revela que el 93% de quienes trabajaban ocupaba un puesto cualificado. Además, prácticamente la cuarta parte tenía un puesto de trabajo que requería formación superior, la mayoría dentro del nivel más bajo dentro de la alta cualificación. Uno de cada diez empleos son de tipo administrativo, tres de cada diez se ubican en la industria y la construcción pero con cierto nivel de cualificación, tres de cada diez son mayormente en comercios y hostelería y solo uno de cada cien tiene trabajo en el sector primario. Aun así, el estudio incluye los trabajos relacionados con las actividades marítimo pesqueras entre las cuatro familias profesionales que se comportan mejor, al tener mayor ocupación y calidad de empleo, entendido como empleo encajado, peso de la jornada completa y salario.

En los niveles más altos de cualificación (técnicos y profesionales científicos e intelectuales) hay más mujeres, una situación que se invierte justo en el nivel de cualificación anterior (técnicos y profesionales de apoyo). Ellas son una mayoría abrumadora en los puestos de nivel intermedio en administración, restauración y comercios. Los hombres, por el contrario, se dedican mayoritariamente a la industria y la construcción.

La promoción de 2015 otorga un notable, con una nota de 7,2, a la formación recibida a lo largo del ciclo. El trabajo en equipo es la competencia mejor valorada y que más aporta al puesto de trabajo (7,9 sobre 10), seguida de la toma de decisiones (7,7) y la gestión (7,4). La competencia informática a parte de ser la peor valorada es la que consideran que es menos útil en su puesto de trabajo. Las prácticas son la principal vía de acceso a un empleo, seguida de los contactos y el envío de currículums.