MADRID. Montano, de 74 años, ha pasado esta mañana a disposición del magistrado Manuel García Castellón, titular del juzgado de instrucción 6 de la Audiencia Nacional que ha celebrado una vistilla para decidir si queda en libertad o ingresa en prisión en espera de juicio.
Ha sido trasladado para ello en una ambulancia y ha comparecido ante el juez en silla de ruedas, según han informado fuentes presentas en la vista.
Durante la vistilla la fiscal Teresa Sandoval, así como las acusaciones particulares y populares, han pedido al juez su ingreso en prisión preventiva porque, a su juicio, existe riesgo de que se fugue.
Su abogado defensor, Antonio Alberca, ha reclamado en cambio su puesta en libertad o, subsidiariamente, que se le ingrese en un centro hospitalario, alegando que está convaleciente de un cáncer de próstata.
En principio, Montano debía hoy haber prestado declaración para responder sobre su participación en la matanza de los jesuitas, pero su letrado ha pedido que se posponga puesto que aún no ha accedido al sumario de la causa.
García Castellón ha decidido finalmente suspender esta declaración y emplazar a las partes para el próximo martes, pero decidirá previsiblemente sobre su ingreso en prisión en las próximas horas.
El excoronel, reclamado por la Audiencia Nacional desde 2011, será el primer militar salvadoreño que responderá ante la justicia española por el asesinato en 1989 de cinco jesuitas, entre ellos el vizcaino Ignacio Ellacuria, entonces rector de la Universidad Centroamericana (UCA) e ideólogo de la Teología de la Liberación.
La justicia de El Salvador celebró un juicio contra Montano y otros 19 militares, pero el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco -antes titular del juzgado al que pasa hoy el exviceministro de Defensa salvadoreño- consideró que fue un fraude de ley porque los hechos no fueron, a su juicio, correctamente investigados y, por eso, reclamó la extradición de los acusados.
Sin embargo, pese a que el juez Velasco volvió a pedir su entrega a España en 2016, ninguno de ellos ha sido extraditado todavía -a excepción de Montano- en tanto que la Corte Suprema de Justicia salvadoreña dejó sin efecto esas órdenes de captura.
El pasado 15 de noviembre el Tribunal Supremo estadounidense dio luz verde a la entrega de Montano, quien partió ayer a Madrid desde un aeropuerto de Atlanta (Georgia).
Está acusado de haber ayudado a orquestar la masacre que tuvo lugar la madrugada del 16 de noviembre de 1989, cuando fuerzas del Ejército salvadoreño asesinaron a Ellacuria y a otras siete personas, entre las que figuran los sacerdotes.
Montano ha esperado durante más de dos años la decisión final sobre su extradición en una prisión de Carolina del Norte, cárcel en la que ya cumplió una pena de 21 meses de prisión por haber mentido sobre su situación migratoria en EE.UU., supuestamente para no regresar a El Salvador y responder por la matanza.