VITORIA - La directora general de Osakidetza respira tranquila con la campaña de vacunación antigripal ya encarrilada después de la agitación provocada por el polémico decreto de prescripción enfermera. A su juicio, “es importante que esta campaña de vacunación antigripal se esté desarrollando con total normalidad. En los pocos más de quince días que llevamos, tenemos una participación muy alta y esta semana ya se habían vacunado más de 130.000 personas. Hay que agradecérselo a todos los ciudadanos y profesionales. Pero seguimos haciendo un llamamiento a que los mayores de 65 años, las personas con enfermedades crónicas y las embarazadas se vacunen porque es la mejor herramienta para combatir la gripe”, afirma, con conocimiento de causa.

¿Teme que se vuelva a repetir la imagen de colapsos en los hospitales durante los picos más intensos de la epidemia de gripe?

-Para eso hemos elaborado un plan de contingencia. Contempla una ampliación de 529 camas, refuerzo del personal, y modificación de la organización del trabajo. Pero también en este sentido apelamos a la responsabilidad de la población y, si en un momento determinado, tenemos una situación de mucha gripe, hay que pedir que se haga una utilización razonable de los recursos.

¿Para que la población no vaya a Urgencias?

-Para que aquellas personas con una vida saludable, pero que también enferman de gripe, usen los recursos adecuados a su situación como pueden ser las llamadas telefónicas, el Consejo Sanitario, acudir a su médico de cabecera, acudir al Punto de Atención Continuada, es decir a las urgencias no hospitalarias para que realmente aquéllos que más lo necesiten puedan ir a los hospitales. Se trata de atender a todo el que lo necesite, pero aplicándole a cada uno el recurso más adecuado.

Habla de un uso razonable de los recursos en una sociedad en la que el 65% de las personas que van a Urgencias acude con síntomas banales. ¿Estamos en una sociedad excesivamente medicalizada?

-Estamos en una sociedad medicalizada y, a veces, un poco consumista. Y que además pide mucha inmediatez. Es decir, en ocasiones hay personas que en lugar de ir a su médico de cabecera al día siguiente, pasan por la Urgencia porque saben que les van a hacer todo tipo de pruebas a la vez. Por eso apelamos a la responsabilidad de la ciudadanía y a su compromiso con la sanidad pública.

Este consumismo médico al que alude ¿se traduce en esas largas listas de espera?

-Tenemos que pensar que cuando la gente necesita algo es razonable lo que pide, pero como sociedad avanzada y solidaria debemos tener corresponsabilidad en el uso de los recursos. Osakidetza ofrece un servicio de 365 días 24 horas al año, y los vascos y vascas deben utilizarla adecuadamente.

¿Son las listas de espera la peor pesadilla de una directora general?

-Pues es una de las principales preocupaciones. Y es uno de nuestros objetivos prioritarios en la gestión diaria. A nadie nos gusta esperar pero Osakidetza tiene unas listas de espera razonables, porque la lista cero no existe en ningún lugar del mundo. Eso no significa que no trabajemos para reducirlas. Permanentemente ponemos alternativas sobre la mesa y hacemos esfuerzos para tener las demoras en unos tiempos razonables. Osakidetza nos atiende a todos. Y en Osakidetza quien no puede esperar no espera porque a las Urgencias se les da prioridad. En patologías oncológicas atendemos en un tiempo máximo de 30 días, en Cardiología en un máximo de tres meses...

Pero hay muchas personas que se tiran meses esperando una intervención.

-Porque hay patologías prevalentes que esperan más de lo que nos gustaría. Tenemos una lista de espera quirúrgica en torno a 54 días. En un sistema que es público y universal, es una espera razonable. Cada día operamos más cataratas, más caderas, más rodillas... Existen más demoras en Oftalmología, o en Traumatología porque cada día nuestra actividad quirúrgica es mayor. Tenemos una población muy longeva; eso es una conquista social, no una carga, y hacemos intervenciones menos invasivas a más personas mayores que antes no hacíamos.

Pues en mi ambulatorio a mediados de octubre me han dado vez para el oftalmólogo el 19 de enero. ¿Se lo puede creer?

-En tu caso, tu médico de cabecera te habrá valorado... y habrá visto que no es una urgencia. Otra cosa es la falta de confort del ojo y que a nadie le guste esperar. Pero si el profesional médico hubiera considerado que tienes una situación urgente o preferente, la cita hubiera sido antes porque es el médico el que establece si esa visita puede esperar y en qué rango puede hacerlo.

Se hacen resonancias magnéticas los 365 días al año desde las siete de la mañana hasta las doce de la noche y sin embargo no dan abasto. ¿Se lo explica?

-Es que hay determinadas pruebas que antes eran excepcionales y hoy en día son ordinarias. Estamos incrementando las resonancias magnéticas y las máquinas están al 100% de su producción. Hoy en día tenemos cada vez mejor sanidad y cada día nos miran mejor.

¿Se ha enfadado mucho la gente porque ya no faciliten el número de habitación de los pacientes en los centros hospitalarios?

-Tenemos que velar por el paciente cuando está hospitalizado. Debemos tratarles y atenderles en las mejores condiciones. Y tenemos que respetar la confidencialidad y la privacidad porque el derecho a la información es un derecho privativo de cada persona.

¿Se han vuelto a plantear entregar una factura a modo informativo cuando alguien sale del hospital para que compruebe lo que cuesta cada día de hospitalización, las pruebas...?

-No, para nada. Nosotros no somos partidarios de estas facturas. La sociedad sabe que la sanidad pública no es gratis y que Osakidetza ofrece un servicio de calidad y eso cuesta dinero. Pero nuestro gobierno apuesta por las políticas sociales y su prioridad es la salud. Por eso todos los años, a pesar de la crisis, el presupuesto en salud se ha incrementado. Osakidetza es una inversión social y además es un sistema que da cohesión social. Tenemos que ser responsables de nuestra salud y corresponsables con el sistema.

¿No ayudaría a ser más corresponsable si la gente sabe lo que ha costado su hospitalización, su intervención o su tratamiento?

-Yo creo que la mayoría de la gente es responsable y los mensajes que lanzamos buscan el compromiso con el sistema de salud.

Este año, el presupuesto de Salud es el que experimenta el mayor incremento y Osakidetza sale muy bien parada. ¿Satisfecha?

-Siempre nos alegramos del reparto que hace el Gobierno. En 2018 esperamos tener más de 58 millones para inversiones. Estamos dispuestos a gestionarlos con mucha responsabilidad.

¿Qué supone una aportación como la que hizo la Fundación Amancio Ortega?

-Significa que Osakidetza ha podido contar con más inversiones. La donación ha contribuido a tener más y mejor tecnología. En la reposición o en la incorporación de nuevas tecnologías hacemos un esfuerzo económico muy importante y la donación de la Fundación Amancio Ortega nos ha posibilitado unos recambios tecnológicos en plazos más breves. Gracias a ella el presupuesto inversor pasó de 48 millones a 52 millones.

Los colegios de médicos dicen que en diez años faltarán gran cantidad de especialistas. ¿El Servicio Vasco de Salud tiene algún plan para cubrir ese déficit de profesionales?

-Sobre la falta de médicos hay que abrir un debate sosegado y sin tremendismos. Nosotros tenemos cubiertas nuestras necesidades estructurales. Eso se ve con un dato muy revelador: Osakidetza tiene 6,12 médicos por cada mil habitantes; una cifra muy buena porque es la cuarta de todas las comunidades. Efectivamente van a salir muchos profesionales y muchos a la vez. Pero, tanto a nivel del Estado español como europeo, tenemos unos buenos estándares médicos. Aunque quizá sea necesario cambiar nuestra forma de contratación.

¿Cómo?

-Hemos apostado por la calidad del empleo y en esta legislatura firmamos un primer acuerdo con tres sindicatos a favor de la mejora del empleo. Queremos tener nuestras plantillas estructurales cubiertas. ¿Cómo lo vamos a conseguir? Con OPEs. Hemos hecho ya una de 1.014 plazas, y ahora hemos lanzado otra de 3.335 plazas. Tenemos además que consolidar la plantilla y mejorar la contratación temporal. Hace una década teníamos bolsas de desempleados de licenciados en Medicina, de profesionales con diez años de carrera, pero hay que ofrecer una contratación más sólida y cambiar nuestro sistema de gestión.

¿Le preocupa el envejecimiento de la plantilla? La media de edad de los profesionales supera ampliamente los 50 años.

-Yo no comparto que esté envejecida. Les quedan 15-17 años de media de vida laboral. Es gente que está en su plenitud profesional. Son profesionales con conocimientos técnicos y con experiencia y que están en un momento de aportar todavía mucho. Yo creo que la sociedad ha cambiado. Hoy en día, con cincuenta años, son profesionales relativamente jóvenes teniendo en cuenta que nos quedan de media treinta años de vida y es gente con un gran bagaje profesional.

Pero las jubilaciones masivas son un hecho. ¿Se incorporarán médicos al mismo ritmo?

-El sistema en conjunto va a tener profesionales porque yo lo que veo es que formamos más de los que salen. ¿Que en un momento puntual nos puede faltar un determinado profesional? Pues seguro que sí. Pero en lo estructural, vamos a poder ir haciendo el relevo. Por eso hay que ir poniendo medidas, consolidando plantillas, mejorando la contratación temporal, las universidades tienen que incrementar sus cupos de profesionales, el Ministerio tiene que ir incorporando los MIR que en el medio plazo se necesiten y nosotros hacer el abordaje de esta salida masiva de profesionales.

Las denuncias sobre la escasez de pediatras son reiteradas.

-Osakidetza forma más pediatras de los que necesita. Y no hay que olvidar que la natalidad está cayendo. En septiembre llevábamos ya un 7% menos de nacimientos. Además una encuesta en la Atención Primaria afirma que dos padres de cada tres dicen que la atención es excelente. Es decir, nuestra población está contenta. Quizá en un momento puntual tenemos los pediatras en la Atención Hospitalaria en lugar de en Atención Primaria. Quizá en un momento concreto, al niño lo atienda el médico de salud. Eso nos puede pasar. Pero tenemos más pediatras ahora que hace cinco años. Y nosotros siempre vamos a garantizar la atención médica de cualquier niño. Seguimos apostando por la accesibilidad y por nuestro modelo de atención.

En el primer año como directora general ha conseguido acordar una OPE con 3.335 plazas, una de las mayores en la historia de Osakidetza. ¿Cómo se hace eso?

-Era un compromiso de legislatura. Apostamos por la calidad del empleo. Y cubrir 3.335 plazas tiene un impacto social y un impacto organizativo muy importante.

¿Van a conseguir bajar la tasa de temporalidad de la plantilla que es del 21%?

-Ya está bajando. Nuestro compromiso era primar las interinidades sobre las temporalidades. Que el 90% de la plantilla estructural estuviera cubierta por personal fijo e interino y hoy lo está en el 92,5%.

Si todo es tan positivo ¿por qué hay sindicatos como ELA y LAB que no se suman a estos acuerdos?

-Ellos priorizan la confrontación con el gobierno y dejan en un segundo plano las condiciones laborales de los trabajadores. Nosotros tenemos un compromiso de diálogo y negociación con todos sin exclusiones. Nuestra puerta está abierta. También a ELA y a LAB.

¿También tienen la mano tendida en el concurso de traslados?

-Sí, siempre están a tiempo de adherirse a uno de los acuerdos de mayor envergadura que ha sacado Osakidetza.

De momento han conseguido una mayor paz social que en Educación.

-Es que creemos que hay que trabajar con los representantes de los trabajadores. Habrá veces que lleguemos a acuerdos, veces que no... Pero siempre, como yo digo, puerta abierta y mano tendida.

Con unos presupuestos expansivos, anímese a escribir la carta a Olentzero.

-Nuestro lema es dar el mejor servicio posible. Queremos ser unos excelentes generalistas y queremos abordar la alta especialización. Esa es la Osakidetza que queremos para lograr la mejor asistencia sanitaria para la ciudadanía.