La delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, ha asegurado que el proyecto del centro Arana de Vitoria no será "un centro para delincuentes, sino para la acogida de personas refugiadas".
En una conferencia en el Fórum Europa. Tribuna Euskadi, Garmendia ha defendido que Euskadi, y en concreto Vitoria, ha sido un pueblo de acogida y ahora va a disponer de "un centro para acoger a personas que huyen de sus países" como los vascos huyeron de Euskadi por la Guerra Civil y otros por el terrorismo, buscando dónde desarrollar la vida personal y profesional.
De igual manera ahora el centro de Vitoria acogerá a personas que han tenido que abandonar sus países por persecución política, religiosa o sexual, entre otras razones, y se les dará una "oportunidad de vida digna".
"Debemos tener memoria" ya que "los hijos y nietos de aquellos españoles que vinieron al País Vasco son ejemplo de integración y convivencia", ha afirmado.
Ellos "son vascos de pleno derecho y nadie lo puede negar a pesar de que, durante muchos años lo hayan hecho quienes defienden identidades nacionalistas excluyentes".
Pero además "los vascos hemos sido un pueblo migrante". "Aprendamos de los errores y no caigamos en los discursos de odio que criminalizan la inmigración", ha instado.
Euskadi debe afrontar "el llamado invierno demográfico" y "va a necesitar 171.000 trabajadoras y trabajadores en los próximos diez años" pero por su bajísima tasa de natalidad, va a necesitar más mujeres y hombres inmigrantes en todos los sectores económicos, ha concluido.
Por su parte, el presidente del PP vasco, Javier De Andrés, ha firmado a favor de la paralización del macrocentro para refugiados previsto en Vitoria, y ha invitado a los partidos vascos a "retratarse" y exponer claramente su posición ante este proyecto.
El PP ha empezado a recoger firmas en la calle para paralizar el "macrocentro" de refugiados de Vitoria, "el más grande de España" con 350 plazas y que, a su juicio, genera un rechazo mayoritario entre los vecinos de la ciudad.
Para De Andrés, al tener 350 plazas, podría recibir casi 1.000 personas todos los años, ya que la fase de acogida en este tipo de centros se establece en un periodo ordinario de seis meses. "Supondrá una dimensión que no responde para nada a un modelo de integración", ha subrayado.
Por eso el PP exige que se paralice y recuerda que el Gobierno de España ya paralizó el Centro de Refugiados previsto en Tárrega (Lleida) y también el de Castro de Rei, en Lugo.
El objetivo es enviar las firmas que recojan al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, al Ayuntamiento de Vitoria y a la Diputación de Álava para exigir la paralización de esta obra que se ubicará en la antigua residencia Arana.
Además, los populares van a presentar iniciativas contra este centro tanto en el Ayuntamiento de Vitoria como en las Juntas y en el Parlamento Vasco -aunque en la Cámara vasca se debatirá después del verano-, con el objetivo de que los partidos se "retraten" ante este proyecto.
De Andrés ha asegurado que dentro del PNV "salen personas que dicen que no les gusta", que se oponen al macrocentro, pero no actúan en consecuencia, por lo que son "valedores" y "corresponsables" del mismo junto al Gobierno Sánchez.