madrid - Un jurado popular ha declarado al presunto descuartizador de Majadahonda culpable de matar a su tía en 2010 y a su inquilina en 2015, cuyos cadáveres luego troceó, al considerar que la esquizofrenia paranoide diagnosticada al acusado solo anuló parcialmente su voluntad cuando cometió los crímenes. Los miembros del jurado se adhirieron por unanimidad a la tesis de la Fiscalía, que pidió 29 años y 10 meses de cárcel para Bruno H.V. al apreciar como atenuante su enfermedad. El jurado rechazó la versión de la defensa, que pedía la absolución del acusado al interpretar que existía una eximente completa de alteración psíquica.

De esta forma, para el jurado queda acreditado que Bruno H.V. mató a su tía Liria y a su inquilina Adriana y troceó sus cuerpos -que aún no han sido encontrados- en una picadora industrial. Asimismo, considera por unanimidad que Bruno falseó la firma de su tía para apropiarse de la vivienda de Majadahonda y que giró 33.227 euros de una cuenta de esa familiar a una sociedad cuyo único administrador era él, además de constatar el delito de tenencia ilícita de armas.

Bruno negó que hubiera cometido los crímenes de su tía y de la inquilina, de quienes no recordaba nada, y se limitó a explicar su pertenencia a una hermandad secreta, llamada “ER”, junto a importantes líderes mundiales. “No he matado a nadie, no he hecho nada ilegal, no he cometido ningún delito; lo único que sé es que estoy fuertemente medicado y que me interesa la E y la R”, declaró.

Sin embargo, a pesar de que los peritos confirmaron su esquizofrenia paranoide, el jurado considera que esto solo afectó de manera parcial a sus facultades. Tras el veredicto, el abogado de la defensa ha anunciado que recurrirá la sentencia condenatoria ante el Tribunal Supremo. - Efe