Bilbao - Las adopciones internacionales y el creciente consumo de alcohol -se calcula que más del 10% de las embarazadas consume bebidas alcohólicas durante la gestación- incide en el aumento del número de niños con síndrome alcohólico fetal (SAF). De hecho, cada año nacen en el mundo 119.000 bebés con este síndrome, según han constado desde el Centro de Adicción y Salud Mental de Canadá, que ha realizado uno de los primeros informes sobre esta patología. El cúmulo de casos de niños adoptados con estos síntomas dio la voz de alerta en Catalunya y ha hecho aflorar una bolsa de pacientes no detectados porque habían sido mal diagnosticados.
Pese a que la mayoría de los casos proviene de adopciones de países del Este, principalmente Rusia y Ucrania, en Europa la cifra de bebés con el síndrome también crece. En el Estado, ya lo padecen dos de cada mil. Con estas cifras en la mano, casi cincuenta recién nacidos vascos podrían sufrir el síndrome alcohólico fetal aunque no siempre se diagnostica desde su inicio.
alteraciones Y es que tomar bebidas alcohólicas durante el embarazo puede generar alteraciones neurológicas y físicas en el feto. Se trata de un paraguas de dolencias conocidas como trastornos de espectro alcohólico fetal. De ellas, el síndrome de alcoholismo fetal (SAF) es el más grave. No en vano, la exposición prenatal al alcohol es la principal causa conocida de retraso mental en el mundo occidental ya que produce daños irreversibles en el sistema nervioso central. Se ha demostrado clínicamente que la ingesta de alcohol por parte de una mujer embarazada destruye el 30% de las células del cerebro de un neonato.
La doctora Nuria Gómez Barros explica que, entre los síntomas se encuentran malformaciones morfológicas (especialmente defectos cráneo-faciales), o retraso en el crecimiento. Pero también sufren alteraciones cognitivas, conductuales, de socialización y de aprendizaje, así como “dificultades en habilidades diarias y relaciones sociales”.
Este síndrome se constituye, además, como la principal causa de defectos físicos y mentales de nacimiento que incluso supera a los del síndrome de Down y la espina bífida. Además llega a generar anormalidades más graves que las que pueden causar drogas como heroína, cocaína o marihuana. Con el agravante de que las secuelas del alcohol se manifiestan al poco de nacer, pero se mantienen de por vida. Sin embargo, en torno al 10% de mujeres de todo el mundo beben alcohol durante el embarazo. Y más del 40% lo hacen durante el primer mes de gestación.
La profesora Svetlana Popova, del Centro de Adicción y Salud Mental de Toronto, y varios científicos examinaron 24 estudios que incluían a 1.416 niños y jóvenes diagnosticados con el trastorno del espectro alcohólico fetal, concluyendo que la prevalencia global de este espectro entre niños y jóvenes es de alrededor de ocho de cada mil en la población general. Asimismo pusieron de manifiesto que una de cada trece mujeres embarazadas que consumieron alcohol dio a luz a un niño con FASD.
ADOPCIONES EN JAQUE La detección de un elevado número de pequeños adoptados en Catalunya en el conocido como cinturón del vodka ha puesto en jaque la adopción proveniente de varios países. Ahora, el Hospital del Mar, el Vall d’Hebron y el Hospital Sant Joan de Déu intentarán determinar en un estudio pionero cuál es la incidencia del problema en esta región que ha adoptado desde 1998 cerca de 5.000 niños de estos países.
El subdirector de Drogodependencias de Catalunya, Joan Colom, aseguró que el SAF “es una preocupación que viene de lejos”, pero existe un problema de diagnóstico. De hecho, en el año 2011, los hospitales catalanes solo reportaron dos casos cuando la sospecha es que son muchos más.
Los problemas que causa el alcohol en el embarazo están por concretar en toda su dimensión. Sin embargo, según el instituto canadiense, “el feto es particularmente vulnerable al consumo materno, debido a la eliminación ineficiente y a la exposición prolongada. El alcohol se elimina del compartimento fetal con una tasa de solo el 3 al 4%, respecto de la tasa materna”. Además, según aclaran los investigadores, “gran parte del alcohol se excreta por el feto en el líquido amniótico y se recicla a través de la deglución fetal del líquido amniótico y la absorción intramembranosa.
Síntomas. Los casos más leves presentan solo características faciales o solo problemas conductuales, o cognitivos.
Los países con mayor consumo de alcohol durante el embarazo son Rusia, Reino Unido, Dinamarca, Bielorrusia e Irlanda. Europa también presenta una prevalencia 2,6 más elevada de SAF que el promedio mundial.
Los países con un consumo de alcohol más bajo por parte de las embarazadas y menor número de casos de SAF se hallan en las regiones del Mediterráneo oriental y del sudeste asiático.
40%
Se calcula que más del 40% de las mujeres del Estado español toman alcohol durante su primer mes de embarazo. Un 10% lo ingiere durante toda la gestación.