bilbao - Los dolores articulares son un auténtico calvario para la mitad de los adultos vascos que, en alguna ocasión, se ha visto obligados a parar por culpa de una lumbalgia, un dolor cervical o dorsal. En concreto, el 55% de la población vasca con edades comprendidas entre los 35 y los 65 años declara haber sufrido alguno de estos problemas en el último año. La mayor parte de los afectados padece dolor leve (61%), que se define por hacer vida normal pero con dolor esporádico asociado a determinados movimientos. Así lo refleja un estudio sobre salud articular elaborado por Vanir, en colaboración con la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI). Del informe se desprende además que un tercio de estas personas ve bastante mermada su calidad de vida por estas molestias.
La columna vertebral es la que más se resiente (42%), especialmente en mujeres (67%), seguida de las rodillas (39%), y en tercer lugar, las manos (36%). Para la doctora María Luisa Franco, directora de la Clínica Praxis, “el de espalda es el dolor más frecuente y se lleva la palma en las consultas. ¿Por qué nos duele la espalda? Pues porque envejecemos. Está producido por la artrosis que es la degeneración que provoca el desgaste del paso del tiempo”, explica.
Un argumento que los expertos repiten sin parar. “Cada vez vivimos más y, en este sentido, la clave principal es mantener una elevada calidad de vida a lo largo de los años. Damos por hecho que podemos movernos y desplazarnos sin problemas, pero en cuanto empezamos a tener alguna dificultad, como dolor o rigidez en las articulaciones, empezamos a perder calidad de vida”, ratifica Elsa Genové. Estos datos acaban de ser corroborados por el Barómetro del Dolor, que indica que el Estado español se encuentra entre los diez países del mundo que presentan mayor dolor corporal entre su población (63%), muy por encima de la media mundial (56%), junto con Australia, EEUU, Canadá y Portugal, entre otros. La espalda es la zona más dolorida, seguido del dolor de cuello y lumbares (31%).
Además, el 36% de la población ha visto afectada su vida laboral a causa del dolor articular y declaran un menor rendimiento en el trabajo. Un 14% de los afectados ha tenido que solicitar ayuda o contratar servicios para las tareas domésticas debido a sus dolencias. En concreto, este tipo de dolor está estrechamente relacionado con patologías como la artrosis, una enfermedad que, según la OAFI, afecta a más de 242 millones de personas en el mundo. “Los síntomas de la artrosis suelen ser progresivos y dilatados en el tiempo. En un primer estadio aparece el dolor asociado al movimiento y al esfuerzo al que se somete la articulación, aunque en esta primera fase el dolor cesa con el reposo. En un segundo estadio el agravamiento de la artrosis hace que el dolor aparezca tras el reposo y el ejercicio, por lo que el malestar es más continuado y casi constante”, comenta Josep Vergés.