AMBERES. En la vista solo ha estado presente uno de los acusados, que se encuentra en prisión por otro delito, mientras que los dos restantes están en paradero desconocido.
Tampoco ha estado presente la joven que compró por 60 euros el teléfono móvil que le fue sustraído a Hodei Egiluz.
La noche de los hechos, según contaron fuentes cercanas al caso a Efe, el chico se despidió de sus amigos para regresar a casa tras una cena y, antes de que su pista se perdiera definitivamente, se sabe que fue atracado en dos ocasiones: una para robarle el móvil y otra, la tarjeta de crédito.
Las últimas personas que declararon haber visto a Hodei antes de su desaparición aseguraron que el joven se encontraba atemorizado y miraba hacia atrás, tal vez temeroso de que alguien le siguiera.
Los padres de Hodei Egiluz, como parte civil en la causa, han escuchado los alegatos de la Fiscalía y la defensa de los acusados, sobre los que solo hay cargos por robo con agravante de nocturnidad y actuación en grupo, pero no así delitos directamente relacionados con su desaparición y muerte.
"Estamos decepcionados", han dicho a los medios los padres de Hodei tras la vista, en la que la madre ha pedido acercarse al acusado unos segundos para mirarle fijamente a los ojos.
El juicio ha sufrido un retraso de tres horas por la falta de servicio de traducción al árabe para el acusado, lo que ha causado gran frustración a los padres y la veintena de amigos y vecinos que les han acompañado desde el País Vasco y que portaban chapas en las que se podía leer en rojo sobre blanco "HODEI".
El juez emitirá previsiblemente sentencia dentro de un mes.
Los restos de Hodei fueron encontrados en el río Escalda en febrero de 2016.